El ataque ruso que ha dejado, al menos, dos muertos en Járkov
Este último ataque de las tropas rusas ha provocado que uno de los fallecidos fuera un niño de 12 años
Al menos 2 personas murieron y otras 34 resultaron heridas en un ataque ruso con bombas aéreas guiadas que destrozó parcialmente un edificio de viviendas de la ciudad de Járkov, según informó en su canal de Telegram el jefe de la Administración Militar de la región, Oleg Siniégubov. Según el propio Siniégubov, uno de los muertos es un niño de 12 años.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó el ataque ruso en sus redes sociales. «Nuestros socios ven lo que ocurre cada día. En esas circunstancias, cada decisión demorada por su parte supone decenas o incluso centenares de bombas rusas adicionales empleadas contra Ucrania», dijo Zelenski, que añadió que las vacilaciones occidentales a la hora de ayudar a Ucrania a defenderse cuestan vidas humanas.
Al menos cuatro personas murieron en otro ataque ruso contra Járkov perpetrado la madrugada del martes. Justo un día antes en el que un científico ucraniano haya sido detenido bajo la sospecha de que estaba colaborando con los rusos para mejorar los drones kamikaze Shahed de fabricación iraní, según informó este martes el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
El sospechoso, de 72 años, fue arrestado en la misma ciudad del ataque, afirmó el SBU en su canal de Telegram. Según la investigación, el científico transmitió informaciones sobre cómo modernizar los motores y los sistemas de lanzamiento de dichos drones al director general de una fábrica en Rusia que produce unidades para este tipo de vehículos aéreos no tripulados.
De acuerdo con el SBU, el sospechoso ocultó su cooperación con el enemigo bajo la guisa de un trabajo de investigación científico sobre drones. Además, el SBU aseguró que el científico contaba como cómplice con un estudiante suyo, que huyó a Rusia al inicio de la guerra y ahora trabaja en la Universidad de Tecnología de Moscú desarrollando drones para las fuerzas armadas rusas. El detenido se enfrenta a cargos de asistencia al enemigo y a una pena de prisión de hasta 12 años.