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El jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), Hossein Salami, en TeheránAFP

Irán amenaza con un «fuerte y complejo» ataque contra Israel con ojivas de mayor potencia

La República Islámica eleva la retórica belicista y advierte de una «respuesta aplastante»

Irán eleva el tono contra Israel y prepara su más que anunciada represalia por el ataque israelí con misiles contra objetivos militares iraníes, el pasado 26 de octubre. Teherán trató de minimizar los estragos del bombardeo, aunque reconoció la muerte de cuatro soldados y «daños menores» en algunas instalaciones. Sin embargo, la ofensiva israelí socavó gravemente las defensas aéreas de la República Islámica, volviendo más vulnerables a futuros ataques sus bases militares. Durante la última semana, altos funcionarios iraníes han prometido «venganza». La Inteligencia israelí, por su parte, ha informado de que cree que Irán se está preparando para atacar Israel desde Irak en los «próximos días», según recogió el portal Axios el pasado jueves.

Teherán, según la Inteligencia hebrea, se valdría de un gran número de aviones no tripulados y misiles balísticos para acometer el ataque contra su gran némesis. En este sentido The Wall Street Journal, citando a funcionarios árabes e iraníes, confirmó los peores temores e informó de que Irán está preparando un ataque «fuerte y complejo» contra objetivos militares en Israel, que podría incluir misiles con ojivas de gran potencia. En la ofensiva, además de la Guardia Revolucionaria de Irán, participaría el Ejército regular, como respuesta a la muerte de militares iraníes. El funcionario iraní, citado por el medio estadounidense, señaló que la más que anunciada represalia tendrá lugar después de las elecciones de Estados Unidos –este martes–, pero antes de la toma de posesión del nuevo presidente el próximo 20 de enero.

Washington advirtió a Irán de que un ataque contra Israel antes de la celebración de los comicios sería visto como una interferencia en el proceso electoral. En esta misma línea, la Administración de Joe Biden confesó que no podría contener a su gran aliado en la región, ni asegurar que el próximo contrataque israelí fuese «calibrado y dirigido como el anterior», recoge Axios, citando a un funcionario estadounidense. Pero, a pesar de las múltiples advertencias de Estados Unidos, inmerso en una frenética campaña electoral, la República Islámica mantiene la retórica inflamatoria. «Estados Unidos, como el régimen sionista (Israel), tienen que saber que sin duda recibirán una respuesta aplastante por lo que están haciendo contra Irán, la nación iraní y el frente de resistencia», prorrumpió este sábado en un acto con estudiantes el líder supremo de Irán, Alí Jamenei.

Por su parte, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, trató de matizar las incendiarias palabras del líder supremo y condicionó «la intensidad y el tipo» de respuesta contra Israel a un alto el fuego en la franja de Gaza y el Líbano. Aun así, y ante esta inminente amenaza, Washington ha reforzado su presencia militar en Oriente Medio con el envío de destructores, escuadrones de combate y bombarderos B-52 para proteger sus intereses en la región. La Administración Biden ya anunció el despliegue del sistema de defensa antiaérea THAAD (Terminal High Altitude Area Defense, por sus siglas en inglés) en Israel, para complementar la Cúpula de Hierro, y que supone además la presencia de unos 100 soldados estadounidenses en territorio israelí.

La posibilidad de llegar a un acuerdo para una tregua en Gaza y el Líbano es cada vez más improbable. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que Israel debe tener libertad de actuación en el sur del Líbano para asegurarse de que no existe ningún tipo de actividad de la milicia chií libanesa Hezbolá en la zona. En un mensaje en vídeo, el mandatario israelí aseveró que la «clave» para restaurar la paz es alejar a la milicia libanesa al norte del río Litani, así como impedir sus intentos de rearmarse. La milicia proiraní, y las autoridades libanesas, se niegan a aceptar esos términos, por considerar que socaban la soberanía del país mediterráneo.

El Ejército israelí mantiene la presión sobre Hezbolá y, este lunes, anunció la muerte de Abu Ali Rida, un comandante de la milicia proiraní, en un ataque aéreo en el sur del Líbano. En Gaza, la situación sigue siendo crítica, sobre todo, en el norte del enclave, donde el Ejército israelí inició una fuerte campaña de bombardeos el pasado 5 de octubre, que siguió a una incursión militar. Este jueves, al menos 33 palestinos ha muerto y otros 156 resultaron heridos a causa de ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), lo que eleva el número de fallecidos a 43.374 en este último año, según datos del Ministerio de Salud de la Franja, gobernado por Hamás. Israel asegura que sus operaciones tienen como objetivo «infraestructuras terroristas en el norte y el centro de Gaza».