Estados Unidos
El Departamento de Justicia revela que el FBI frustró un plan iraní para asesinar a Trump
Un funcionario de la Guardia Revolucionaria de Irán habría ordenado a un contacto en septiembre pasado elaborar un plan para matar al candidato republicano
El Departamento de Justicia reveló este viernes una acusación criminal en un frustrado complot iraní para matar al presidente electo Donald Trump antes de las elecciones presidenciales de esta semana.
De acuerdo Associated Press la denuncia penal presentada en un tribunal federal de Manhattan alega que un funcionario anónimo de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC) ordenó a un contacto en septiembre pasado elaborar un plan para vigilar y, en última instancia, matar a Trump.
Si el hombre, identificado como Farjad Shakeri, no podía crear un plan para entonces, según la denuncia, el funcionario le dijo que Irán pausaría su plan hasta después de las elecciones presidenciales porque el funcionario creía que Trump perdería y sería más fácil asesinarlo entonces, según detalla la denuncia.
«Una red de socios criminales»
Shakeri, de 51 años, ha sido descrito como un «activo del IRGC residente en Teherán», que emigró a EE. UU. cuando era niño y fue deportado en 2008 al cumplir 14 años de prisión por robo. Junto con los neoyorquinos Carlisle Rivera, de 49, y Jonathom Loadholt, de 36, han sido acusados por el Departamento de Justicia de conspirar para matar a un periodista disidente iraní-estadounidense de Nueva York. Los dos últimos se encuentran bajo custodia norteamericana y comparecerán el jueves ante un tribunal.
En los últimos meses, Shakeri utilizó «una red de socios criminales que conoció en prisión para suministrar a la IRGC agentes para llevar a cabo la vigilancia y asesinatos de objetivos», proseguía el Departamento de Justicia.
Sus cómplices estaban vigilando a una ciudadana estadounidense de origen iraní, que criticaba abiertamente al régimen, y conspiraban para asesinarla.
El director de FBI, Christopher Wray, decía que «los cargos anunciados hoy exponen los continuos intentos descarados de Irán de atacar a ciudadanos estadounidenses, incluido el presidente electo Donald Trump, otros líderes gubernamentales y disidentes que critican al régimen de Teherán».
Apenas tres semanas antes, un general de la Guardia Revolucionaria fue acusado de un presunto complot para asesinar a la periodista disidente Mashi Alinejad, que también vivía en Nueva York.
El complot, cuyos cargos fueron revelados apenas unos días después de que Trump derrotara a la demócrata Kamala Harris, refleja lo que funcionarios federales han descrito como esfuerzos continuos por parte de Irán para atacar a funcionarios del gobierno estadounidense, incluido Trump, en suelo estadounidense.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Islámica, Esmail Baghai, declaró que eran «totalmente infundadas y rechazadas las acusaciones según las cuales Irán está implicado en un intento de asesinato contra antiguos y actuales responsables estadounidenses»