El efecto Trump en Chile y Argentina

La aplastante victoria de Donald Trump en las recientes elecciones estadounidenses, generan oportunidades e inquietudes en distintos países. Los efectos varían también, en función de la cercanía o lejanía con Trump, que tengan los presidentes de los países. En el caso de Chile, el Gobierno del presidente Gabriel Boric, se sentía más cerca de Kamala Harris. Esto se hizo evidente con intervenciones desmesuradas del embajador de Chile en los Estados Unidos. En efecto, Juan Gabriel Valdés, un socialista que sin ser diplomático de carrera, se las ha ingeniado para estar cerca del poder, emitió diversas opiniones favorables a los demócratas.

Antes fue ministro de Exteriores y dos veces embajador en Estados Unidos. El resto del tiempo lo ha ocupado en cargos en Naciones Unidas u organismos internacionales. Boric en el pasado escribió mensajes muy ofensivos contra Trump. La izquierda chilena, hoy en el poder, estaba segura de que Harris sería presidenta, lo que al no suceder, los dejó muy complicados con la relación con Estados Unidos. En el pasado, el expresidente Sebastián Piñera, también se proclamó como contrario a Trump, lo que dejó a Chile sin embajador durante más de dos años. Estados Unidos es el segundo socio comercial de Chile, superado por China en los últimos años.

Chile tiene vigente un Acuerdo de Libre Comercio con los Estados Unidos y además es parte del programa Visa Waiver, condición única en Hispanoamérica. Si Trump impone nuevos aranceles a China, podría ser una mala noticia para el país andino. La salud de la relación bilateral tendrá que evaluarse después que Trump asuma el cargo y qué decisiones tome con respecto de Chile. Los principales productos exportados por Chile a Estados Unidos son cobre refinado, fruta fresca y congelada, productos del mar y vinos.

En el caso de Argentina, la situación es bien distinta, toda vez que el presidente Javier Milei se declaró desde hace tiempo admirador de Donald Trump. Milei ha realizado varios viajes a Estados Unidos y ya prepara el siguiente para reunirse con Trump. También ha tenido estrechos contactos con Elon Musk. Hace pocos días, la entonces canciller argentina Diana Mondino, votó en Naciones Unidas a favor de que Estados Unidos levante el bloqueo contra Cuba. Esto indignó a Milei y acabó con su despido. En su reemplazo nominó a quien era embajador en Washington, Gerardo Werthein.

Milei está decidido a estrechar lo más posible, vínculos comerciales, militares y culturales con los Estados Unidos. Argentina está en plena negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el apoyo de Trump será crucial, a la hora de renegociar la deuda argentina. La cooperación militar también será relevante, cuestión que a Chile le complica por sus históricos conflictos limítrofes con Argentina. Chile, bajo el Gobierno de Boric, no ha liberado a los militares presos octogenarios y nonagenarios. Adicionalmente, el presupuesto militar sufrirá una reducción, privilegiando recursos para seguridad interna en un país que alcanza niveles de criminalidad nunca antes vistos.

Argentina ha decido aliarse con Trump de manera activa, mientras que Chile ha optado por la cautela. Milei ha logrado en un corto tiempo mejorar los indicadores de inflación, gasto público y eficiencia del Estado. Chile recién tuvo elecciones comunales y regionales, en las que la derecha desplazó claramente al progresismo gobernante. El próximo año, Chile tendrá elecciones presidenciales y aunque todavía queda tiempo, todo indica que la candidata de derecha Evelyn Matthei será la futura presidenta de Chile. Por ahora, la izquierda busca candidato. Michele Bachelet, dos veces presidenta de Chile, aspira a liderar la ONU, pero el triunfo de Trump es un obstáculo para sus pretensiones. Su alternativa es presentarse como candidata para un tercer mandato.