Israel
Acusan al jefe de gabinete de Netanyahu de extorsión por manipular las actas del 7 de octubre
Una nueva acusación de filtración salpica el entorno del presidente israelí tras el estallido de la polémica de los 'BibiLeaks'
El jefe de gabinete del primer ministro de Israel, Tzachi Braverman, fue acusado el pasado domingo 10 de noviembre, de extorsionar a un oficial de la Secretaría Militar, con el fin de que alterara las actas previas al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Rápidamente, el abogado de Braverman, en un comunicado difundido por la Oficina del Primer Ministro, calificó las acusaciones como una «grave difamación» y aseguró que el asesor no posee ningún tipo de «documentación sensible» ni ha intentado extorsionar a nadie.
«Es una mentira, y una auténtica incitación durante la guerra bajo el disfraz de un reportaje periodístico», criticó el abogado. Salpicado por este escándalo, así como por el de la filtración de documentos de la inteligencia militar, esta semana, Benjamin Netanyahu lanzó un comunicado posteriormente para decir que las investigaciones lanzadas contra su oficina son una «caza de brujas organizada y diseñada para dañar el liderazgo del país». «Mientras dirijo una guerra y repelo ataques internacionales desde varios frentes, nos enfrentamos a otro aún más poderoso: las noticias falsas de los medios», dijo el mandatario.
El vídeo que había utilizado Braverman lo captaron las propias cámaras de la oficina del primer ministro, según la radio pública Kan; mientras, el Canal 13 de la televisión israelí añadió que el militar mantenía una relación «inapropiada» con una mujer de su entorno laboral, si bien no especificó que esta fuera el contenido de la grabación.
El periódico israelí Yedioh Ahronoth ya denunció en julio de este año los intentos de la oficina de Netanyahu de manipular las actas sobre el 7 de octubre, pero fue este martes cuando la Policía hizo pública una investigación que lleva en marcha seis meses al respecto, volviendo a dar visibilidad al caso. La extorsión, destapada en julio por ese diario israelí, buscaba cambiar las actas de reuniones sobre los «preparativos para un acontecimiento político importante» que se produjeron antes del ataque de Hamás.
Según medios hebreos, la oficina de Netanyahu también se habría hecho con imágenes «sensibles» de Yoav Gallant, el ministro de Defensa al que el primer ministro destituyó el pasado martes por las discrepancias que ambos mantenían en cuanto a la gestión de las guerras en Gaza y Líbano.
Cuando la Policía hizo pública la investigación por las extorsiones el 5 de noviembre, Netanyahu ya se encontraba inmerso en otra polémica: el conocido como caso de los 'BibiLeaks', por la filtración de documentos de la Inteligencia militar manipulados desde su oficina a la prensa extranjera para, presuntamente, dirigir la opinión pública israelí contra un acuerdo de alto el fuego que saque a los rehenes de Gaza.
La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, autorizó el viernes a las autoridades al cargo investigar directamente a Netanyahu por las filtraciones, según el diario Maariv, si bien este aclara que ni la Policía ni el Shin Bet se pronunciaron sobre el curso de sus pesquisas. El martes, la oficina de Netanyahu ya calificó como «una caza de brujas sin precedentes» la investigación policial por las extorsiones y la polémica de los 'BibiLeaks', criticando que todas las investigaciones estén dirigidas contra esa oficina «y no contra los filtradores que causaron tremendos daños a los secuestradores y la seguridad de Israel».
Eli Feldstein, portavoz de Netanyahu y asesor cercano, sigue en prisión preventiva por el caso de las filtraciones, después de que un tribunal extendiera este domingo cuatro días más su detención. Otros cuatro soldados que trabajaban en una unidad de inteligencia permanecen detenidos por este caso.