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Obispo Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de NicaraguaTwitter

La dictadura de Daniel Ortega expulsa a Guatemala al presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua

El obispo Carlos Herrera fue desterrado por criticar el ruido excesivo que se hacía en una actividad de un ayuntamiento controlado por el sandinismo, mientras él celebraba misa el pasado 10 de noviembre

La dictadura de Daniel Ortega expulsó a Guatemala al obispo Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), informaron este jueves el gobierno guatemalteco y una fuente de la Iglesia.

Monseñor Herrera, de la diócesis de Jinotega (norte de Nicaragua) y presidente de la CEN desde 2021, es el tercer obispo expulsado tras Rolando Álvarez, de Matagalpa (norte), e Isidoro Mora, de Siuna (noreste), que estuvieron encarcelados y fueron acogidos en Roma.

Herrera «ingresó de manera regular anoche [miércoles] en un vuelo comercial», dijo el gobierno de Guatemala en un breve mensaje enviado a la AFP, en el que precisó que «de momento» no ha recibido una «solicitud de asilo» de parte del religioso.

«Él fue expulsado a Guatemala», aseguró a la AFP desde el exilio un miembro de la Iglesia católica de Nicaragua, al ratificar información de opositores y medios nicaragüenses en Costa Rica.

El Papa Francisco y el obispo Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de NicaraguaTwitter

Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, acusan a la Iglesia de haber apoyado las protestas de 2018 que ellos consideran un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.

Según medios de prensa que trabajan desde el exilio en Costa Rica y Estados Unidos, monseñor Herrera fue «desterrado» por criticar el ruido excesivo que se hacía en una actividad del ayuntamiento de Jinotega, mientras él celebraba misa al lado en la catedral, el pasado 10 de noviembre.

«Valiente obispo Carlos Enrique Herrera Gutiérrez denuncia atropellos sacrílegos del alcalde orteguista de Jinotega, Nicaragua», escribió en Facebook José Canales, obispo de la ciudad hondureña de Danlí (cerca de la frontera con Nicaragua).

Ortega, exguerrillero de 78 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 y está en el poder desde 2007 mostró la naturaleza autoritaria de su Gobierno tras la violenta represión de las protestas de 2018 que costaron la vida a más de 300 jóvenes, según documentó la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas.

«Atropello a la fe»

Según un informe publicado hace dos semanas por la ONG Colectivo Nicaragua Nunca Más, desde Costa Rica, más de 50 religiosos fueron desterrados por el gobierno desde 2018. Al menos 74 estuvieron detenidos y se despojó de su nacionalidad a 35 de ellos, agregó.

«Continúa la represión contra la Iglesia en Nicaragua», lamentó en X el salvadoreño-español José María Tojeira, portavoz de los jesuitas en América Central.

Agregó nunca haber visto en la región «una persecución tan sistemática a la fe» cristiana.

«Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos a denunciar este atropello y a exigir respeto a la fe y sus representantes en el país», señaló en un comunicado la Fundación para la Libertad de Nicaragua.

El gobierno ha confiscado propiedades y bienes de organizaciones religiosas, tras el endurecimiento de las leyes para controlar la actividad y origen de los fondos de las oenegés, de las cuales ha cerrado unas 5.600.

Señalados de «traición a la patria», unos 450 políticos, empresarios, periodistas, intelectuales, activistas de derechos humanos y religiosos fueron expulsados de Nicaragua y despojados de su nacionalidad desde febrero de 2023.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU presentará el viernes su informe sobre Nicaragua en Ginebra.

Expertos de la ONU acusan al régimen de Nicaragua de «crímenes de lesa humanidad».