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Karoline Leavitt será la nueva portavoz de la Casa BlancaAFP

Karoline Leavitt, una aliada joven y firme de Trump, será la nueva portavoz de la Casa Blanca

La designación refuerza la estrategia de Trump para conectar con audiencias más jóvenes y consolidar su mensaje conservador

Donald Trump ha anunciado la designación de Karoline Leavitt como su próxima secretaria de prensa de la Casa Blanca, un nombramiento que no sólo pone de manifiesto su estrecha relación profesional, sino que también consolida su estrategia de comunicación de cara a su regreso al poder en enero de 2025.

Con apenas 27 años, Leavitt hará historia como la portavoz más joven en ocupar el cargo, superando el récord anterior de Ron Ziegler, quien asumió la misma posición con 29 años durante la presidencia de Richard Nixon. Esta decisión, que refuerza la imagen de un Trump rodeado de aliados leales, refleja también un esfuerzo por atraer a sectores más jóvenes del electorado mientras impulsa su agenda conservadora.

Una carrera ligada al trumpismo

Leavitt no es ajena a la órbita del expresidente. Durante su primera Administración, trabajó como asistente de prensa, donde comenzó a destacar por su aguda defensa de las políticas y mensajes de Trump. Más tarde, fue portavoz de la congresista republicana Elise Stefanik, otra figura clave dentro del círculo del expresidente.

En 2022, Leavitt se presentó como candidata al Congreso en New Hampshire, ganando las primarias republicanas pero perdiendo en las elecciones generales ante el demócrata Chris Pappas. Su participación en la campaña de 2024 consolidó su posición como una de las figuras más visibles y combativas del equipo de comunicaciones de Trump, ganándose un lugar en el núcleo estratégico de su Administración.

La designación de Leavitt apunta a mantener una comunicación desafiante con los medios. Durante la campaña, se destacó en cadenas conservadoras y no dudó en enfrentarse a medios críticos con Trump, como CNN. Esto parece indicar que las ruedas de prensa en la Casa Blanca, bajo su dirección, podrían seguir una tónica menos frecuente y más selectiva, en línea con el estilo del primer mandato de Trump, cuando las comparecencias de los portavoces llegaron a ser esporádicas.

Además, su fervor católico y reciente maternidad añaden un matiz personal a su perfil, que Trump no dudó en resaltar al elogiarla como una «comunicadora eficaz y comprometida».

El puesto de secretaria de prensa es fundamental en la Administración estadounidense, al ser el enlace principal entre el Gobierno y los medios. Bajo Joe Biden, las ruedas de prensa han sido una práctica casi diaria, algo que podría cambiar drásticamente con el regreso de Trump.

Leavitt no sólo tendrá que enfrentarse a un entorno mediático polarizado, sino que también deberá equilibrar la promoción del mensaje de Trump con la recuperación de la confianza pública en la transparencia gubernamental, un desafío que marcará su gestión desde el podio.

Su nombramiento simboliza la continuidad del trumpismo y el fortalecimiento de un círculo de confianza alrededor del expresidente, mientras este busca dejar una huella histórica durante su segundo mandato.