Europa: si quieres la paz, prepárate para la guerra
Es hora de que la UE asuma la responsabilidad de su defensa. El mundo está observando
Como dice el refrán latino, si quieres la paz, prepárate para la guerra. Por eso, en un mundo cada vez más inestable, la UE debe reforzar su propia defensa y asegurarse de que es capaz de defenderse. Esto no será posible sin acciones concretas y voluntad política, que han estado ausentes durante décadas en los estados miembros. El próximo mandato del primer comisario europeo de Defensa y Espacio promete sacar a la UE de su letargo.
Recientemente, en el seno de nuestra familia política, el grupo del Partido Popular Europeo, se han debatido con mayor detalle formas de defensa de Europa, que culminaron con la adopción de un documento estratégico titulado 'Una Europa que protege: una Europa que defiende la paz verdadera, construyendo una verdadera Unión Europea de Defensa'. La solución es clara: debemos actuar ahora y debemos hacerlo con decisión, tanto a corto como a largo plazo.
En la última década, Moscú y Pekín han aumentado sus presupuestos de defensa en casi un 300 % y un 600 %, respectivamente. Al mismo tiempo, los países de la UE solo han aumentado el suyo en un 20 %. Incluso ahora, no todos los aliados europeos de la OTAN han cumplido el objetivo del 2 % del PIB. Debemos dar un paso adelante si queremos ser creíbles. Los expertos nos advierten de que Rusia podrá lanzar un ataque a gran escala contra la UE y la OTAN en los próximos cinco años. Por lo tanto, Europa debe tomar las riendas de su seguridad y ser capaz de defenderse a sí misma y a sus intereses. En el documento estratégico mencionado, recomendamos cinco pasos concretos para lograrlo.
En primer lugar, necesitamos un auténtico mercado único europeo de defensa. La persistente ineficiencia del mercado europeo de defensa conduce a duplicaciones innecesarias, a una escasa eficacia del gasto en defensa y, por tanto, a un despilfarro del dinero de los contribuyentes europeos. No es ni mucho menos ideal que los estados miembros de la UE sigan adquiriendo el 78 % de su equipamiento militar a proveedores de terceros países no pertenecientes a la UE. La guerra en Ucrania también demuestra que la fragmentación de las capacidades y una insuficiente producción y mantenimiento dan lugar a largas y vulnerables líneas de suministro de munición, piezas de repuesto y mantenimiento. Un mercado único de defensa plenamente desarrollado debería implicar una inversión sustancial en nuestra capacidad industrial, participación de pymes, eliminación de las barreras transfronterizas y promoción de cadenas de valor y suministro paneuropeas. Necesitamos urgentemente optimizar la producción mediante la estandarización, el reconocimiento mutuo de certificaciones y la priorización de líneas de producción. Asimismo, debemos integrar a Ucrania en nuestro mercado interior de defensa, y favorecer la adquisición conjunta entre los Estados miembros.
En segundo lugar, tenemos que pensar en grande e invertir en el futuro de las tecnologías de uso dual en la UE. Para ello, hemos de aumentar significativamente nuestra inversión en tecnologías de defensa emergentes y disruptivas, incluidas la ciberdefensa, la inteligencia artificial, la computación cuántica, el dato en la nube, el Internet de las cosas (IoT), la robótica, la biotecnología y la nanotecnología, entre otros. En estrecha cooperación con nuestros socios transatlánticos, también debemos abordar proyectos europeos ambiciosos, como un escudo antimisiles común e interoperable, un escudo nuclear europeo y una Agencia Europea de Investigación Avanzada en Defensa.
En tercer lugar, necesitamos más cooperación en materia de defensa y capacidades europeas integradas. El Grupo PPE prevé una Unión de Defensa con capacidades integradas terrestres, marítimas, aéreas, espaciales y cibernéticas, en sintonía con la OTAN, así como con la Capacidad de Despliegue Rápido (RDC) como fuerza permanente e inmediatamente disponible. La movilidad militar debe ir acompañada de medidas concretas, en particular una hoja de ruta para lograr un 'Schengen militar', que garantice la movilidad militar dentro de las fronteras de la UE. Deberíamos establecer un Cuartel General Conjunto totalmente equipado y dotado de personal, que combine instrumentos civiles y militares para aprovechar al máximo el enfoque integrado de la UE para la gestión de crisis y prevención de conflictos, desde la planificación estratégica y los conceptos operativos hasta la realización real de misiones y operaciones.
En cuarto lugar, necesitamos más inversiones, una regulación inteligente, creación de capacidad industrial y mejores infraestructuras. Nuestras ambiciones en materia de defensa deben satisfacerse con una financiación adecuada en el futuro presupuesto plurianual de la UE. Al mismo tiempo, pedimos menos regulaciones y cargas administrativas. El próximo Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea debe hacer propuestas concretas para lograr lo dispuesto en el informe Draghi, que subraya la necesidad de una inversión adicional de 500.000 millones de euros en el sector de defensa europeo durante la próxima década. Necesitamos explorar nuevas formas de financiar nuestros programas, incluyendo una revisión del mandato del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y exenciones adicionales del IVA. Los préstamos del BEI deberían catalizar la inversión privada en la industria de defensa europea.
Por último, Europa necesita una voz fuerte en el mundo en materia de defensa y seguridad. Para el PPE, la estrecha relación transatlántica y la cooperación con los Estados Unidos en el marco de la OTAN sigue siendo la piedra angular de nuestra seguridad. Sin embargo, esto no nos exime de la obligación de que nosotros, los europeos, seamos capaces de defender nuestros propios intereses mediante la creación de nuestras propias capacidades de defensa complementarias e interoperables. Una verdadera asociación significa responsabilidades compartidas, esfuerzos conjuntos y reparto equitativo de la carga.
No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras el mundo que nos rodea sigue armándose. El futuro de la seguridad europea no depende sólo de las políticas, sino también de la voluntad política para llevarlas a cabo. Es hora de que Europa asuma la responsabilidad de su defensa. El mundo está observando.
- Nicolás Pascual de la Parte es eurodiputado y coordinador del Partido Popular Europeo en el Subcomité de Defensa; Andrius Kubilius es eurodiputado y comisario designado para Defensa; y Andrzej Halicki es eurodiputado y vicepresidente del Grupo del Partido Popular Europeo encargado de Asuntos Internacionales