Los hombres de Trump en Florida que serán sus escuderos en la Casa Blanca
El presidente electo hace la política inversa a la que aplicó en su primera legislatura. Entonces, prácticamente, trasladó el gobierno a su residencia de Mar-a-Lago, pero en ésta su plan es instalarse y llevarse a los suyos a Washington
En su primer mandato Donald Trump llevó la Casa Blanca a Florida, invitando a dirigentes a su club frente al mar en Palm Beach, pero esta vez será a la inversa. Ahora, el presidente electo, ha elegido a varios políticos del estado donde vive para puestos clave en Washington.
De todos ellos, el peso pesado es el senador Marco Rubio, futuro jefe de la diplomacia. Matt Gaetz, otro de sus hombres de confianza en Mar-a-Lago se convertirá en fiscal general y el congresista Michael Waltz en asesor de seguridad nacional.
«Se trata de la proximidad. Estas personas son capaces de actuar de inmediato y están comprometidas con su agenda y con avanzar con sus prioridades», asegura Joe Gruters, expresidente del Partido Republicano de Florida, al periódico local Sun Sentinel.
El abogado demócrata Daniel Uhlfelder no parece asumir bien la derrota y contó al periódico que Trump era «el padrino de Florida, que repartía favores a sus compinches, amplificaba y recompensaba a sus lugartenientes».
Donald Trump cambió su residencia de Nueva York a Florida en 2019 y desde que dejó la Casa Blanca en 2021 ha pasado gran parte de su tiempo recibiendo a políticos locales en Mar-a-Lago, su hogar frente al mar y su base de operaciones en Palm Beach.
El estratega Mike Fahey describe a Florida como una «rica veta» de talento político y empresarial, moldeada por una población diversa y una economía dinámica.
«El estado ha generado una serie de figuras poderosas en la política, el derecho y los negocios, muchas de las cuales tienen el tipo de experiencia y conocimientos que parecen una condición natural para un alto cargo gubernamental», declaró a Afp.
Los republicanos han ocupado todos los cargos estatales y han controlado el gobierno de Florida durante décadas. Pero fue con el gobernador Ron DeSantis cuando pasó de ser un campo de batalla muy disputado en las elecciones presidenciales a un bastión republicano que le dio a Trump una victoria de 13 puntos sobre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
DeSantis, quien se postuló contra Trump para ser el candidato republicano de 2024, prometió durante su fallida candidatura en las primarias republicanas «Hacer que Estados Unidos sea Florida» y podría ver realizado su objetivo.
El gobernador de Florida no siempre ha estado de acuerdo con Trump pero ha convertido a Florida en un laboratorio de la agenda del magnate.
Ha actuado como un comandante en las guerras culturales libradas por Trump contra políticos, empresas y profesores woke. En su autobiografía de 2022, DeSantis menciona la lucha de «nosotros, el pueblo» contra el establishment liberal.
«Lo que Florida ha hecho es establecer un modelo de gobernanza que ha producido resultados tangibles al tiempo que ha servido como reprimenda a las élites arraigadas que han hundido a nuestra nación», escribió el gobernador republicano.
A pesar de su giro hacia la derecha, Florida todavía cuenta con una fuerte oposición, con 4,5 millones de afiliados al Partido Demócrata en ese estado.
Algunos de los nombramientos de Trump han desatado críticas tanto de demócratas como de republicanos, sobre todo el de Gaetz, con poca experiencia y acusado de conducta sexual inapropiada.
Esto «es una pesadilla viviente», opina Nikki Fried, la presidenta del Partido Demócrata de Florida, en un comunicado después de que se anunciara a Gaetz para el Departamento de Justicia.
«Donald Trump está asaltando nuestro estado en busca de cualquier hombre de Florida leal a él, sin importar lo incompetente, cualificado o extremo que pueda ser».