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Michéal Martin es el favorito en las elecciones de IrlandaEuropa Press

Elecciones Irlanda

El conservador Michéal Martin espera imponerse en las elecciones de Irlanda a un Sinn Féin debilitado

Fianna Fáil, Fine Gael y Sinn Féin se disputan la victoria en unas elecciones marcadas por la crisis de la vivienda, la inmigración y la unificación de Irlanda

Este viernes Irlanda vivirá una de las elecciones más reñidas de su historia reciente. Tres grandes partidos —Fianna Fáil (FF), Fine Gael (FG) y el izquierdista Sinn Féin (SF)— se disputan el control del gobierno en un escenario político marcado por la incertidumbre. Los tres principales contendientes llegan a los comicios con fuerzas muy igualadas, lo que augura intensas negociaciones post-electorales y la posibilidad de nuevos pactos de coalición.

En el centro de la disputa se encuentran tres figuras clave: Micheál Martin (FF), actual líder de la coalición de gobierno y figura central en la política irlandesa durante los últimos años; Simon Harris (FG), el joven ‘taoiseach’ (primer ministro) que sustituyó a Leo Varadkar a principios de 2024; y Mary Lou McDonald (SF), líder del Sinn Féin y principal rival de los partidos tradicionales.

Micheál Martin, líder del partido centrista Fianna Fáil, se perfila como el principal favorito para ganar las elecciones, gracias a su vasta experiencia y capacidad de negociación, demostrada en su tiempo como primer ministro (taoiseach) durante la pasada legislatura. Su perfil de líder moderado y su habilidad para gestionar temas internacionales, como la pandemia y las relaciones diplomáticas en Europa, le han permitido mantener una sólida base de apoyo. Además, su partido ha logrado mantener una posición estratégica en la coalición de gobierno con Fine Gael, lo que le ha permitido consolidarse como un actor clave en la política irlandesa.

Por otro lado, Simon Harris (FG), aclamado como el ‘taoiseach TikTok’ por su enfoque en redes sociales, lideró un gobierno que gozó de una economía en crecimiento y una política migratoria más restrictiva. Sin embargo, los traspiés de Harris durante la campaña, como un incómodo encuentro con una trabajadora social, han afectado negativamente su popularidad. A pesar de ello, sigue siendo una figura joven y energética que podría mantener a Fine Gael competitivo, aunque las encuestas lo sitúan en un empate con Fianna Fáil y Sinn Féin.

Sinn Féin: una alternativa con matices

En el caso de Sinn Féin, la situación es más compleja. El partido encabezado por Mary Lou McDonald, a pesar de ser el más votado en las elecciones de 2020, no logró formar gobierno debido a la falta de apoyos suficientes en la izquierda y la resistencia de sus competidores tradicionales a aliarse con ellos, debido a su vinculación histórica con el IRA. No obstante, McDonald ha logrado reactivar al partido con una campaña centrada en los problemas sociales que más preocupan a los votantes, como la crisis de la vivienda, el costo de la vida y la sanidad.

La líder de Sinn Féin, una figura que representa el renovado liderazgo republicano alejado de los lazos con el pasado violento del IRA, ha reforzado su imagen y, a pesar de algunos escándalos internos y críticas por su ambigüedad respecto a la inmigración, sigue siendo una de las principales figuras en la contienda. Sin embargo, su ambigua postura en la cuestión migratoria ha restado apoyo, particularmente entre los votantes de las zonas más desfavorecidas, que son fundamentales para su éxito.

Las elecciones se desarrollan en un contexto de creciente preocupación por varios temas fundamentales para los irlandeses. En primer lugar, la crisis de la vivienda ha sido una de las cuestiones más mencionadas durante la campaña, con más del 60 % de los ciudadanos señalando que la escasez de viviendas y los altos precios de los alquileres son algunos de los mayores problemas que enfrentan. Este tema ha sido uno de los principales motores de la popularidad del Sinn Féin en años recientes, pero también ha sido capitalizado por el gobierno saliente de Fine Gael y Fianna Fáil, que se comprometen a utilizar los fondos europeos y los impuestos de grandes multinacionales como Apple para abordar esta crisis.

La inmigración también ha sido un tema candente durante la campaña. El aumento de la llegada de inmigrantes ha tensado los servicios públicos y generado protestas. Mientras Fine Gael y Fianna Fáil han adoptado posiciones más restrictivas en esta materia, el Sinn Féin ha sido criticado por su falta de claridad en sus políticas migratorias, lo que ha mermado su apoyo en algunas zonas.

Mary Lou McDonald, presidenta del partido izquierdista Sinn FeinTwitter

Además, el coste de la vida sigue siendo una preocupación central para los irlandeses, especialmente en medio de un alza generalizada de los precios. Si bien el gobierno ha intentado mitigar este problema con presupuestos generosos y recortes fiscales, la oposición lo ha acusado de hacer promesas electorales para ganar votos.

Por último, la reunificación de Irlanda, una cuestión histórica que ha ganado relevancia en los últimos años, también ha sido central en la campaña. McDonald ha sido la principal defensora de un referéndum para la reunificación antes de 2030, mientras que Fine Gael y Fianna Fáil han adoptado una postura más cautelosa, sin comprometerse con una consulta inmediata.

El panorama electoral

Las encuestas más recientes indican una igualdad de fuerzas entre Fine Gael, Fianna Fáil y Sinn Féin, con cada uno de estos partidos rondando el 20 % de apoyo popular. Sin embargo, la tendencia a la baja del FG, que antes parecía favorito, y el resurgimiento de Sinn Féin y Fianna Fáil, generan un escenario abierto donde ningún partido parece contar con los suficientes apoyos como para lograr una mayoría absoluta. Esto significa que, después de las elecciones, las formaciones tendrán que recurrir a pactos, bien entre sí o con otros partidos minoritarios, para formar un gobierno.

En cuanto a las formaciones minoritarias, los independientes siguen siendo una pieza clave en la formación de una coalición. Los partidos como el Partido Laborista, los Social Demócratas y los Verdes continúan con un apoyo relativamente bajo, entre el 4 y el 6 %, pero pueden desempeñar un papel importante en la configuración de un gobierno.

Con un sistema electoral que favorece las coaliciones, la incertidumbre sobre qué partido o bloque logrará formar gobierno tras las elecciones sigue siendo alta. Los dos partidos tradicionales, Fianna Fáil y Fine Gael, parecen dispuestos a seguir en el gobierno juntos, ya que su pacto histórico ha sido clave para evitar que Sinn Féin tome el poder. Sin embargo, la dificultad para llegar a un acuerdo con los republicanos de Sinn Féin, por sus políticas económicas y su pasado vinculado al IRA, podría significar que la formación de McDonald se quede fuera del gobierno una vez más, aunque con una significativa representación en la oposición.

Así, las elecciones irlandesas de 2024 son una oportunidad para repensar el futuro político del país. ¿Consolidarán los tradicionales Fine Gael y Fianna Fáil su dominio, o será el Sinn Féin, con su propuesta de cambio y sus ambiciosos proyectos sociales y nacionales, el que logre dar el salto al poder? Lo que está claro es que, más allá del ganador, Irlanda se enfrenta a un futuro incierto lleno de pactos y negociaciones que cambiarán el rumbo del país.