Yoon Suk-yeol es citado a declarar y se enfrentará a un interrogatorio por instaurar la ley marcial
El expresidente surcoreano, destituido por el Parlamento, será citado este miércoles por un equipo de investigación conjunta. Las acusaciones podrían conllevar prisión o incluso la pena de muerte
El destituido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha sido citado a declarar este miércoles por un equipo de investigación conjunta que analiza su intento fallido de imponer la ley marcial en el país. Las autoridades lo investigan por presuntos delitos de insurrección, abuso de poder y amotinamiento, entre otros cargos graves.
La convocatoria llega después de que Yoon no asistiera el domingo a un interrogatorio convocado por la Fiscalía, programado originalmente para el 11 de noviembre. Según confirmaron los fiscales, la Oficina Presidencial había recibido la citación, pero no ofreció una justificación para su incomparecencia. Este lunes, los fiscales anunciaron que enviarán una nueva citación como parte de las diligencias.
El equipo de investigación conjunta, que incluye a la Policía, el organismo anticorrupción y la unidad de investigación del Ministerio de Defensa, lidera las pesquisas. Además de Yoon, figuran como implicados varios miembros de su Gabinete, incluido el exministro de Defensa Kim Yong-hyun, quien se encuentra bajo detención preventiva, y otros altos mandos militares y policiales.
La investigación se centra especialmente en el cargo de insurrección, considerado el más grave entre los imputados, ya que no puede ser protegido por la inmunidad presidencial. Si Yoon es encontrado culpable como líder de un levantamiento, podría enfrentarse a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte, aunque esta no se aplica en Corea del Sur desde 1997 debido a una moratoria de facto.
La situación de Yoon se complica tras su destitución el pasado sábado por la Asamblea Nacional, donde al menos 12 legisladores de su propio partido, el gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP), votaron a favor de su cese. Desde entonces, el primer ministro, Han Duck-soo, ejerce de manera provisional las funciones presidenciales.
Mientras tanto, el Tribunal Constitucional tiene un plazo de seis meses para decidir si Yoon violó la Constitución al intentar implementar la ley marcial. Este fallo será determinante para ratificar su destitución o, en un escenario contrario, permitirle recuperar el cargo.
Expertos legales han señalado que el caso de Yoon podría sentar un precedente histórico en Corea del Sur, ya que no se había registrado un intento tan explícito de instaurar la ley marcial desde la dictadura militar de los años 80. Además, medios locales informan que se han reforzado las medidas de seguridad en torno al Tribunal Constitucional ante posibles protestas de seguidores y detractores del exmandatario.