El misterio de los avistamientos de drones en Estados Unidos que inquieta a la población
Desde mediados de noviembre, una serie de misteriosos avistamientos de drones ha desconcertado a los habitantes de Nueva Jersey y otros estados del noreste de Estados Unidos. Lo que comenzó como algo anecdótico se ha convertido en una fuente de inquietud colectiva que crece con cada nuevo testimonio. Las luces en el cielo, inicialmente vistas en lugares aislados, ahora aparecen en zonas estratégicas, incluyendo instalaciones militares, generando una mezcla de alarma, curiosidad y teorías de conspiración.
El fenómeno arrancó en el condado de Morris, Nueva Jersey, y se ha extendido rápidamente a otros estados como Nueva York, Pensilvania, Massachusetts y Virginia. A medida que los reportes aumentan, también lo hacen las preguntas.
Por el momento, el gobierno federal ha tratado de calmar las aguas. Un comunicado conjunto del FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y la Administración Federal de Aviación aseguró que estos avistamientos no representan una amenaza para la seguridad nacional ni para la población. Sin embargo, el tono tranquilizador de las autoridades contrasta con algunos de los incidentes reportados. En Nueva Jersey, varios drones han sido vistos sobrevolando bases militares como el Arsenal de Picatinny y la Estación Naval de Armas Earle, así como el campo de golf del presidente electo Donald Trump, en Bedminster.
En otras partes del país, las autoridades también han tenido que actuar. En Boston, la policía detuvo a dos hombres por operar drones peligrosamente cerca del aeropuerto. En Ohio, la base aérea Wright-Patterson cerró su espacio aéreo durante horas debido a la presencia de aparatos no tripulados. Aunque no hubo consecuencias graves, estos episodios han añadido un matiz preocupante al fenómeno.
La reacción ciudadana ha sido predecible: ansiedad y teorías por doquier. Redes sociales y foros de internet están plagados de especulaciones que van desde el espionaje extranjero hasta pruebas de armamento no convencional. Políticos como el representante republicano Chris Smith han echado leña al fuego, insinuando que potencias como Rusia, China o Irán podrían estar detrás de los drones. Mientras tanto, otros, como la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, han exigido una respuesta más contundente del gobierno federal, calificando la situación como «insostenible».
Según las agencias gubernamentales, muchos de los avistamientos son errores de percepción: drones legales, avionetas, helicópteros e incluso estrellas confundidas con artefactos voladores. No obstante, admiten que algunos aparatos han estado cerca de instalaciones sensibles, lo que deja abierta la posibilidad de actividades no autorizadas.
El FBI, que lidera las investigaciones, ha recibido más de 5.000 pistas ciudadanas, de las cuales sigue investigando un centenar. A pesar del escepticismo oficial sobre posibles vínculos extranjeros, el Departamento de Defensa ha reconocido que toma muy en serio cualquier intrusión en su espacio aéreo, aunque no ha querido revelar más detalles sobre las acciones emprendidas.