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Los escombros de un puesto cerrado en el lugar de un ataque con un coche en un mercado navideño en Magdeburgo, AlemaniaAFP

Atropellos masivos: Europa y su negro historial de atentados que siguen el mismo modus operandi

El atentado ocurrido este viernes en la ciudad de Magdeburgo se trata del segundo registrado en el país germano en los últimos ocho años

Europa lleva décadas sufriendo atentados terroristas y, desgraciadamente, este viernes, Alemania ha sido el último objetivo donde un vehículo arrolló de manera indiscriminada a cientos de personas que se encontraban disfrutando de una plácida tarde de compras prenavideñas en los tradicionales mercadillos que se instalan a lo largo y ancho del todo el país. El atentado, ocurrido en la ciudad de Magdeburgo (este de Alemania) y que ha acabado con la vida de cinco personas y cientos de heridos, se trata del segundo registrado en el país germano en los últimos ocho años.

El 19 de diciembre de 2019, doce personas murieron y 50 resultaron heridas en la capital, Berlín, también en un mercadillo navideño, en un atentado perpetrado por un yihadista que confesó identificarse con el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). En esta ocasión, el autor del atropello masivo que ha vuelto a consternar al país, a tan solo cuatro días de Nochebuena, fue identificado como Taleb A. un hombre de 50 años, procedente de Arabia Saudí y residente en Alemania desde 2006.

Varios medios alemanes informaron de que Taleb A. se había mostrado muy crítico recientemente con la excanciller alemana Angela Merkel por su política de puertas abiertas durante la crisis migratoria de 2015 y que rechazaba de manera frontal el islam. De hecho, llegó a acusar a Merkel, en su perfil de redes sociales, de haber tenido un plan para islamizar Europa y, en una entrevista publicada recientemente, denunció que el Estado alemán tenía una operación secreta para perseguir exmusulmanes saudíes en todo el mundo y que, por el contrario, concedía asilo a yihadistas.

Por su parte, Arabia Saudí, que mostró su «solidaridad», aseveró que ya había advertido semanas antes al Gobierno alemán de la radicalización del detenido, según informó la agencia Reuters. Las imágenes de caos y terror que han salido a la luz del atentado en Magdeburgo no son ajenas tampoco al resto de Europa. En 2016, la ciudad francesa de Niza sufrió el atentado por atropello con mayor número de víctimas mortales en el mundo. Un conductor suicida arrolló con un camión a una multitud que celebraba la Fiesta Nacional y causó 86 muertos, entre ellos diez niños. El Estado Islámico se atribuyó el ataque.

Reino Unido tampoco se libra del terrorismo islámico. El 3 de junio de 2017, ocho personas murieron y 48 resultaron heridas después de que un vehículo atropellara a los peatones en el Puente de Londres y sus tres ocupantes acuchillaran en su huida a varias personas hasta llegar al cercano mercado de Borough. Los tres yihadistas fueron abatidos por la Policía. Ese mismo año, en Estocolmo, Suecia, un camión atropelló a una multitud al adentrarse en la calle Drottninggatan, una zona peatonal y una de las arterias comerciales de la capital sueca. Cuatro personas murieron y otras 15 resultaron heridas ese 7 de abril de 2017.

Por supuesto, no podemos olvidar el atentado terrorista contra Barcelona, en agosto de 2017. Catorce personas murieron atropelladas y un centenar resultaron heridas en Las Ramblas en un atentado islamista, que también ocasionó en las siguientes horas un muerto por apuñalamiento en Barcelona y otro más en un atropello en Cambrils (Tarragona). Los autores eran miembros de una célula islamista de Ripoll, radicalizados por un imán con pasado yihadista y movilizados a favor del Estado Islámico.