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Un árbol de Navidad arde en Siria

Manifestaciones de cristianos en Siria tras la quema de un árbol de Navidad

La quema del árbol en Suqaylabiyah ha sido interpretada como un acto simbólico cargado de significado, especialmente para las comunidades cristianas que ven en estas agresiones una amenaza directa a su identidad cultural y religiosa

Varias manifestaciones estallaron el martes en los barrios cristianos de Damasco, capital de Siria, en protesta por la quema de un árbol de Navidad.

«Exigimos los derechos de los cristianos», coreaban los manifestantes mientras marchaban en las calles de Damasco hacia la sede del Patriarcado Ortodoxo de Antioquía, la mayor confesión cristiana del país, en el barrio de Bab Charqi.

Llegados espontáneamente desde varios barrios, los manifestantes se reunieron para expresar su descontento y temor dos semanas después de que una coalición armada encabezada por islamistas derrocara al presidente Bashar al Asad.

«Vinimos porque hay mucho sectarismo e injusticia contra los cristianos, bajo el pretexto de que son 'casos aislados'», declaró un manifestante identificado como Georges a la AFP. «Si no se nos permite vivir nuestra fe cristiana en nuestro país, entonces ya no pertenecemos aquí», agregó.

Algunos de los manifestantes portaban cruces de madera, otros ondeaban la bandera siria de la independencia con tres estrellas, adoptada por las nuevas autoridades.

Las manifestaciones estallaron tras la publicación en redes sociales de un video en que unos combatientes encapuchados incendiaban el árbol de Navidad de la localidad de Suqaylabiyah, de mayoría cristiana, cerca de Hama.

Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, los combatientes eran extranjeros del grupo yihadista Ansar al Tawhid.

En otro video que se viralizó se observa a un dirigente religioso del grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), en el poder, afirmando que los autores del acto «no eran sirios» y que serían castigados.

Los combatientes rebeldes sostienen la bandera de la revolución en la tumba quemada del difunto presidente sirio Hafez al-AssadAFP

La quema del árbol en Suqaylabiyah ha sido interpretada como un acto simbólico cargado de significado, especialmente para las comunidades cristianas que ven en estas agresiones una amenaza directa a su identidad cultural y religiosa. Durante años, los cristianos de Siria han vivido en un delicado equilibrio, protegidos por el régimen de Bashar al Asad, pero la caída de este y el ascenso de coaliciones islamistas han intensificado los temores de persecución y exclusión.

Las autoridades religiosas de la región han condenado enérgicamente el ataque y han hecho un llamado a la calma y la unidad, instando a las nuevas autoridades a garantizar la protección de todas las minorías. Sin embargo, los manifestantes insisten en que los actos simbólicos de violencia, como la quema de un árbol de Navidad, envían un mensaje de intolerancia que, si no se aborda de manera contundente, podría derivar en una escalada de agresiones en el futuro cercano.