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El presidente de Rusia, Valdimir Putin junto al primer ministro eslovaco, Robert FicoAFP

Guerra Rusia-Ucrania

Putin, dispuesto a que Eslovaquia sea la sede para entablar negociaciones de paz con Ucrania

​El presidente ruso alabó al líder de los eslovacos agradeciendo su «posición neutral» en el conflicto

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó el pasado jueves que Rusia estaría dispuesta a aceptar una invitación por parte de Eslovaquia para entablar en dicho país conversaciones de paz con Ucrania asegurando que Rusia está dispuesta a acabar con la guerra.

Esta misma semana, Putin recibió a Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, en Moscú donde este le ofreció su país como un lugar de reunión para las dos potencias enfrentadas. Ante este ofrecimiento Putin respondió que aceptaría «porque Eslovaquia mantiene una posición neutral».

El Gobierno de Eslovaquia ha sido criticado por oponerse a la financiación militar de Ucrania por parte de la Unión Europea, una postura que cada vez se adhieren más países de la UE, especialmente de la Europa central y del Este los cuales apoyan las negociaciones con Rusia.

Las principales críticas han venido de Michal Simecka, líder de la oposición eslovaca que no ha titubeado a la hora de llamar «criminal» a Putin nada más conocerse la noticia. Por otro lado, el Ministerio de Exteriores de Eslovaquia se ha mostrado abierto con la propuesta destacando su compromiso para alojar unas negociaciones siempre que estas tengan como objetivo una solución no militar, una propuesta que también se hizo a Ucrania el pasado octubre y sobre la cual aún no se ha pronunciado.

«Consideramos la declaración del presidente ruso como una señal positiva para poner fin a cuanto antes a esta guerra, al derramamiento de sangre y a la destrucción», declaró el ministro de Exteriores eslovaco, Juraj Blanar.

Eslovaquia se encuentra actualmente en una posición vulnerable dentro del conflicto debido a que depende enormemente del gas ruso. Un problema que se ha visto agravado después de que Ucrania anunciara en verano que no renovaría después de finales de año su contrato con Moscú para transportar gas ruso hacia Europa a través de su extensa red de gaseoductos.