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Buque gas rusoEuropa Press

Astilleros franceses y daneses recurren a un vacío legal para reparar buques rusos

Mientras diez países de la Unión Europea abogan por sanciones más severas contra Rusia, París y Copenhague se aprovechan de las lagunas en la legislación con respecto al gas natural licuado

Los astilleros europeos, concretamente los franceses y daneses, siguen ofreciendo sus instalaciones para reparar buques rusos que se utilizan para transportar suministros energéticos vitales a través del Ártico y conseguir evitar así las sanciones occidentales, según ha publicado el diario británico The Times.

Esto se debe a que un vacío legal en las restricciones europeas, impuestas tras la invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022, permite realizar tareas de mantenimiento en los astilleros de Damen de Brest (noroeste de Francia) y Fayard A/S (Dinamarca), lo que permite a la planta rusa Yamal LNG sacar partido de los altos precios invernales.

«Si esos dos astilleros quedaran fuera de servicio, se pondrían en duda todas las operaciones logísticas», explicó Malte Humpert, especialista en transporte marítimo ártico de la web High North News, al Financial Times. «Podrían conseguir el servicio en otro sitio, pero eso significaría desviarse mucho de su ruta».

La Unión Europea (UE) se encuentra profundamente dividida sobre las sanciones contra el gas natural licuado (GNL). Diez países presionan a naciones como Francia y Alemania para que prohíban estas reparaciones en astilleros europeos, según confesaron fuentes diplomáticas al diario británico.

«La flota rusa de buques metaneros debe ser objeto de sanciones selectivas que prohíban el atraque y los servicios marítimos en territorio de la UE», decía un documento distribuido a los embajadores, recogido por The Times. «Como objetivo final, es necesario prohibir la importación de gas y GNL rusos lo antes posible».

Los dos astilleros han prestado servicio a 14 de los 15 petroleros especializados Arc7 de una flota que transporta la carga desde Sabetta, en la costa siberiana del extremo norte de Rusia, según los datos de seguimiento por satélite de Kpler, una empresa de análisis comercial.

La mayoría de los buques son propiedad de empresas energéticas y navieras, entre ellas Dynagas, con sede en Grecia, uno de los países de la UE que se ha resistido a las sanciones contra el transporte de GNL ruso.

Los petroleros rusos han hecho viajes regulares a los astilleros. Ocho han recalado en Damen y Fayard, en Dinamarca, ha recibido a nueve desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Las actividades de los buques y astilleros no están cubiertas por las sanciones debido a las lagunas jurídicas para los buques sin bandera rusa y las exenciones para los conocimientos técnicos y el mantenimiento de las empresas europeas.

La UE ha sancionado el crudo y el carbón rusos, pero el gas ha quedado al margen de muchas medidas debido a la dependencia europea del suministro, sobre todo en Alemania.