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El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald TrumpAFP

El efecto Trump: ¿Oriente Medio a las puertas de una nueva era?

El «efecto Trump», caracterizado por amenazas contundentes e intimidaciones, ha resultado determinante en el tramo final de las conversaciones

El «efecto Trump», término acuñado tras su victoria electoral por el impacto económico de sus promesas de recortes fiscales y apoyo a las empresas estadounidenses, se ha trasladado al ámbito internacional a raíz de su deseo, convertido en amenazas, de que concluyeran conflictos incómodos como el de Oriente Medio o Ucrania.

El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó clara su postura desde el principio: el conflicto entre Israel y Hamás debía resolverse antes de su toma de posesión o, de lo contrario, se «abrirían las puertas del infierno».

Y cinco días antes de su toma de posesión y tras 15 meses de un conflicto que parecía recalcitrante, el miércoles se anunció el cese de las hostilidades en virtud de un plan basado en los parámetros presentados el 31 de mayo por el presidente saliente, Joe Biden.

Al margen del combate dialéctico por adjudicarse el crédito de este triunfo diplomático, el «efecto Trump» ha arrojado sus primeros frutos. Biden se anota el tanto de haber conseguido el cese al fuego durante su mandato, mientras que Trump está convencido de que, sin su triunfo electoral y advertencias, no habría sido posible.

Factor Trump

Como en cualquier proceso de este calado, las razones que llevan a un acuerdo son multicausales y no pueden ser atribuidas a un único factor. Analistas y expertos en mediación suelen expresarlo de esta manera: «A veces, la fruta debe estar madura para caer del árbol».

A pesar de que Netanyahu lo rechazó ocho meses atrás sin que Hamás lo respaldara en absoluto, la maduración de esa fruta podría responder a que no solo ha transcurrido el tiempo, sino que han producido una serie de acontecimientos catalizadores en cascada.

Ataque de Israel en gAZA

Ataque de Israel en GazaAFP

Así, desde entonces, la presión militar israelí ha debilitado y descabezado a las sucursales más cercanas de Irán en la región: Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano. El acuerdo de alto el fuego alcanzado en Líbano —articulado por EE. UU. y Francia—, y la sorprendente caída del régimen de Bashar Al Asad en Siria, baluarte de Teherán y plataforma para el suministro de armas y combatientes, podrían haber tenido algo que ver. Pero el triunfo electoral de Trump y sus advertencias también.

El director de Oriente Medio de la Organización de Comunidades Internacionales, Gershon Baskin, quien negoció con el grupo islamista palestino la liberación del soldado israelí Gilad Shalit en 2011, cree que el efecto Trump condujo al acuerdo entre Israel y Hamás.

«El factor Donald Trump fue el que propició este acuerdo porque dijo: 'No quiero esto sobre mi mesa cuando asuma el 20 de enero», declaró al medio The Wire al subrayar el papel crucial desempeñado por el hombre designado por Trump como enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, junto con la Administración Biden.

Trump marcó el paso a través de sus amenazas a Hamás para que libere a los secuestrados en su poder incluso antes de su investidura

Baskin señaló que, pese a la oposición de los ministros más radicales del gabinete israelí el acuerdo será aprobado finalmente por el Gobierno, donde Benjamín Netanyahu cuenta con una mayoría a su favor. Pero, vaticinó un futuro oscuro al primer ministro israelí quien cree que pagará por su incompetencia y que su gobierno, eventualmente, caerá.

El investigador en el Instituto de Políticas del Pueblo Judío, Shmuel Rosner, subrayaba tras el triunfo electoral de Trump que su conocida imprevisibilidad y el no seguir un guion de político tradicional, podrían servir como «factor disuasorio» en la región, llegando a alterar los cálculos estratégicos de los adversarios de EE. UU., como ha terminado sucediendo.

Incertidumbre palestina ante el regreso de Trump

Trump marcó el paso a través de sus amenazas a Hamás para que libere a los secuestrados en su poder incluso antes de su investidura.

Tras su victoria, los palestinos mostraron inquietud frente a su inminente regreso al poder, a la luz de las decisiones tomadas durante su primer mandato.

Tropas israelíes sobre el terreno en la zona de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza

Tropas israelíes sobre el terreno en la zona de Rafah, en el sur de la Franja de GazaAFP

Su inminente regreso llevó a Hamás a expresar con cautela sus expectativas: «Esperamos un cese inmediato de la agresión contra nuestro pueblo, especialmente en Gaza», afirmaba en noviembre Basen Naim, miembro de su oficina política.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, felicitó a Trump y se ofreció a cooperar con su administración en aras de alcanzar, ahora sí, un acuerdo regional. «Nos mantendremos firmes en nuestro compromiso con la paz, y estamos seguros de que, bajo su liderazgo, los Estados Unidos apoyarán las legítimas aspiraciones del pueblo palestino», le trasladó Abás, en un intento de tender puentes pese a la profunda brecha que dejó el anterior mandato de Trump.

Las acciones de su primera presidencia aún pesaban sobre la memoria palestina: el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el traslado de la embajada estadounidense, la suspensión de fondos a la UNRWA y el cierre de la oficina de la OLP en Washington.

Sin embargo, la incertidumbre sobre lo que significaría su regreso, mezclada con la urgencia de aliviar el sufrimiento en Gaza, podrían haber sido determinantes.

Las cifras del coste humano

Lo que sí se puede constatar son las devastadoras consecuencias humanas en Gaza —con estimaciones de más de 46.000 fallecidos—, mientras que Israel cuenta 400 uniformados muertos en combate en la Franja, que se suman a los 1.200 que perecieron en el ataque lanzado por Hamás el 7 de octubre de 2023 en suelo israelí y que desató la guerra.

De las cerca de 250 personas que fueron secuestradas por la organización palestina financiada por Irán, el acuerdo de tregua incluye la vuelta a casa por fases de cerca de un centenar de secuestrados, de los que se calcula que un tercio están muertos. Se convertirán en la moneda de cambio por alrededor de un millar de palestinos encarcelados en Israel.

El peso de las amenazas

El desenlace también refleja cómo el «efecto Trump», caracterizado por amenazas contundentes e intimidaciones como una forma de ejercer el poder desde una posición hegemónica tradicional de fuerza, ha resultado determinante en el tramo final de las conversaciones.

Sus palabras, lejos de ser retórica vacía, fueron acompañadas de acciones concretas. Su enviado para Oriente Medio participó activamente en las negociaciones en Doha, incluso antes de que la nueva administración asumiera formalmente el cargo. La medida busca garantizar que el acuerdo tenga continuidad bajo la supervisión de Estados Unidos, junto con Egipto y Qatar, garantes del mismo.

Por último, la intervención directa de Trump también generó una presión adicional sobre Netanyahu, quien ya ha demostrado su afinidad personal y política con el magnate republicano.

Un triunfo político para Trump

Para Trump, este acuerdo representa un triunfo político anticipado que refuerza su narrativa de liderazgo fuerte con el que pretende pacificar los conflictos. La rapidez con la que reclamó crédito por el cese al fuego —a través de declaraciones como «el acuerdo solo fue posible gracias a nuestra histórica victoria en noviembre»— refleja cómo planea utilizar este logro pilar de su futura administración.

A medida que Trump se prepara para asumir el cargo, el reto será garantizar que este acuerdo no sea solo un episodio aislado, sino el comienzo de un enfoque más pragmático que le permita reeditar otro Acuerdo de Abraham II, pero esta vez con la joya de la corona: Arabia Saudí. Y que mal que le pese, Biden le ha dejado en bandeja.

Este acuerdo demuestra que lo imposible a veces se realiza. Si Israel y Hamás pueden alcanzar un alto el fuego, quizá lo realmente improbable haya sido ver a las administraciones de Trump y Biden —entrante y saliente— cooperar, aunque sea sin quererlo, por el mismo fin: uno con su plan y el otro con sus amenazas.

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