Aparece colgado un muñeco con la cara de Elon Musk en la misma plaza donde exhibieron el cuerpo de Mussolini
El muñeco apareció acompañado de un mensaje contundente: «Siempre hay lugar para uno más en Piazzale Loreto, Elon»
Pocas figuras tan polarizadas hay ahora mismo en el mundo como Elon Musk. El magnate se ha colocado estos días en el ojo del huracán desde que, en un discurso el pasado lunes —el día de la toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos— realizara un gesto al final de su intervención, llevándose la mano al pecho y alzándola en diagonal, que ha sido interpretado por algunos como un saludo asociado al nazismo.
A pesar de estas acusaciones, tanto el propio Elon Musk como diferentes personas de su círculo cercano se han apresurado a decir que todo fue un malentendido. Uno de sus colaboradores, Andrea Stroppa, aaseguró que simplemente «intentaba transmitir emoción. Quería decir 'os entrego mi corazón'. Todo lo demás es tergiversación».
El propio Musk respondió a la controversia en su cuenta de X, señalando: «Francamente, necesitan mejores trucos sucios. El ataque de ‘todos son Hitler’ es muy cansado». La publicación dejó clara su postura frente a las interpretaciones, que calificó de absurdas y desproporcionadas.
Sin embargo, los sectores más reaccionarios de la izquierda han aprovechado este gesto del magnate para cargar contra él. Musk lleva siendo un objetivo de la izquierda desde su apoyo en el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, sus críticas al gobierno laborista de Keir Starmer en el Reino Unido o su campaña a favor de la AfD en Alemania, entrevistando a su líder, Alice Weidel, en su red social X.
Curiosamente, uno de los países que Musk no ha criticado, Italia —donde mantiene una gran relación con la primera ministra Giorgia Meloni— ha sido ahora el escenario de un ataque al sudafricano. En Milán, un grupo de manifestantes han colgado un muñeco que representa al empresario en la histórica Piazzale Loreto, un lugar cargado de simbolismo por ser el sitio, en 1945, donde se exhibió el cuerpo sin vida de Benito Mussolini tras su ejecución.
El muñeco apareció acompañado de un mensaje contundente: «Siempre hay lugar para uno más en Piazzale Loreto, Elon».