
Reclusos trabajando en El Salvador
Bukele pone a trabajar a miles de reclusos de El Salvador a cambio de una sentencia más corta
De acuerdo con el presidente salvadoreño «este programa no está disponible para violadores y asesinos»
El presidente Nayib Bukele de El Salvador ha publicado un vídeo en la red social X en el que muestra a miles de reclusos condenados por delitos menores trabajando en una gran habitación. Junto a ese vídeo, el mandatario ha explicando que «el 40 % de nuestra población penitenciaria ya está pagando su deuda con la sociedad».
Bukele, a menudo criticado por su mano dura contra las pandillas que azotaban el país centroamericano, explicó que «a cambio, reciben una sentencia más corta y aprenden una habilidad» y al mismo tiempo aclaró que «este programa NO está disponible para violadores y asesinos».
El presidente salvadoreño agregó en su mensaje en redes que estos reclusos «ayudarán a construir carreteras, hospitales y escuelas; fabricarán nuestros uniformes y mobiliario; ellos cultivarán y cosecharán nuestras cosechas; y ayudarán a limpiar nuestros ríos».
Justo esta semana se cumplieron dos años del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la «megacárcel» donde Bukele ha ido encerrando a los pandilleros y delincuentes más peligrosos de su país. Tal y como publicaba El Debate este viernes, el germen de este proyecto ambicioso e inabarcable comenzó cuando la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó el proyecto de ley y su correspondiente presupuesto en el año 2022.
Política de seguridad
La «megacárcel» se encuentra en la localidad central de Tecoluca, a más de 75 kilómetros de la capital San Salvador, y es un laberinto de cemento, hierro, asfalto y acero que custodian guardias penitenciarios y soldados desde torres con más de 15 metros de altura.
En su segundo mandato, el presidente ha defendido su política de seguridad, con esta cárcel siendo la joya de la corona, como un modelo exitoso. Asegura que gracias a esta se ha reducido la violencia en el país, se ha debilitado la estructura de las pandillas que atemorizaban a la población y se ha pasado de ser un país conocido por la violencia y el caos ciudadano a uno de los más seguros de América