
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en la Ciudad de Guatemala
Rubio trata de calmar a la comunidad internacional y dice que el desplazamiento de los gazatíes será «temporal»
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue más allá durante una rueda de prensa este miércoles y aclaró que Trump no se ha comprometido a desplegar tropas en la Franja
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de gira por Centroamérica matizó, ante las múltiples críticas internacionales, que el plan de Donald Trump de «tomar el control» de la franja de Gaza y desplazar a los palestinos solo sería de manera «temporal».
Marco Rubio, desde Guatemala, aseguró que la propuesta de Trump no era «hostil», sino un «paso generoso», que muestra «la voluntad de Estados Unidos de hacerse responsable de la reconstrucción de esa zona».
Asimismo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue más allá durante una rueda de prensa este miércoles y aclaró que el presidente estadounidense no se ha comprometido a desplegar tropas en la Franja.
Leavitt explicó a los periodistas que el presidente considera que Estados Unidos debe participar en la reconstrucción de Gaza «para garantizar la estabilidad en la región».
Preguntada sobre si la Casa Blanca descarta el envío de tropas estadounidenses al enclave palestino, Leavitt respondió: «Lo que digo es que el presidente aún no se ha comprometido con esa opción. No ha tomado esa decisión».
Cuestionada también sobre la posibilidad de si Trump enviaría tropas a Gaza para expulsar por la fuerza a los palestinos, la portavoz subrayó que la prioridad del presidente es la reconstrucción del enclave y que su plan busca ofrecer «a todas las personas de la región» estabilidad, desarrollo económico y oportunidades.
El martes, en una rueda de prensa junto a un pletórico primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump no descartó el despliegue de tropas estadounidenses para apoyar la reconstrucción de Gaza y afirmó que EE.UU. hará «lo que sea necesario» para completar ese proyecto.
Durante esa comparecencia, el presidente presentó su plan para el futuro de Gaza, que prevé que Estados Unidos «tome el control» de la Franja a largo plazo y la reconstruya, convirtiéndola en la nueva «Riviera de Oriente Medio», tras reasentar de forma permanente a los palestinos en otros países.
Trump presentó el proyecto como si se tratara de un negocio inmobiliario y trató de enmarcarlo como una medida humanitaria, afirmando que era imposible creer que alguien querría seguir viviendo en un territorio devastado por la guerra, al que calificó de «zona de demolición».
Los palestinos reclaman la franja de Gaza como parte de un futuro Estado, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, por lo que el desplazamiento de los dos millones de habitantes del enclave y su desarrollo inmobiliario por parte de EE.UU. supondría el fin del concepto de Estado palestino tal y como ha sido concebido hasta ahora.
Países de todo el mundo, tanto adversarios como aliados tradicionales de EE.UU., rechazaron en las últimas horas la propuesta de Trump.