Fin del robo de las remesas para la dictadura cubana

El presidente estadounidense Donald Trump cerró el grifo o la pila de las remesas; con tales medidas se supondría que acabaría el negociete por debajo de la mesa con el régimen castrista iniciado a todo trapo por los presidentes Barack Obama, continuado por Joe Biden, pero que también tuvo su época de gloria con Jimmy Carter y con George H. W. Bush Jr.

El tirano Castro II y su efebo Díaz-Canel crearon una entidad con la intención de robarle un porcentaje importante a cada suma de dinero que le envían los familiares en el exilio a los cubanos dentro de la isla; esa institución que funge como bancaria, al depender enteramente del régimen terrorista a partir de ahora es considerada también una intendencia del terrorismo. Robar es la palabra, no existe otra, es lo que siempre han hecho, atracar a manos llenas, y matar para robar más y mejor.

Sin embargo, todavía el régimen tiene la cara tan dura, de concreto armado, que acusa a Washington de apretarles la tuerca y de afectar a innumerables familias. Es la razón por la que debemos aclarar, aunque se nos caiga la lengua, que lo único que afecta a las familias cubanas es esa dictadura comunista de más de 66 años. Sin ellos en el poder otro sería el mambo. Además, si tanto se preocupan por las familias cubanas acaben de largarse de una buena vez, y veremos cómo la prosperidad volverá a la isla maldecida.

Se acabó el pan de piquito y el relajo de andar esquilmando también a Estados Unidos y a los exiliados cubanos

Se acabó el pan de piquito y el relajo de andar esquilmando también a Estados Unidos y como de costumbre a los exiliados cubanos mediante las remesas, orbitando en la estafa diaria y el chantaje familiar mediante Orbit, una de las principales tripas de la mafia castrista. Se acabó, finito, cero vínculos financieros. Cero también la acción de sustraer mangos bajitos de la mata norteamericana mediante mypimes y el recholateo de los agentones y agenticos sembrados en «territorio enemigo» con el propósito de burlar el embargo. A llorar que se perdió el tete; al MINREX que se alinee con la nueva bola, que el pitcher es enano, en términos beisboleros.

La dependencia de Orbit de GAESA, el conglomerado estatal más ladrón en la historia del comunismo, o sea, de los militares, que desde los noventa se maquillaron en sectores representativos del capitalismo más salvaje y brutal al estilo chino o inclusive peor ha cesado, ojalá sea para siempre. Los cubanos ayudaremos a las familias por otras vías que lleguen directamente a los familiares sin pasar por el intermediario que las oprime, esas vías serán puestas en marcha seguramente a la mayor brevedad posible.

Sólo dólar

Por otro lado, ¿alguien le ha informado a Donald Trump que desde que retomó las riendas los cacos de Cuba han aniquilado la doble moneda para imponer solamente el uso del dólar en los mercados? Estados Unidos debiera defender a capa y espada su moneda, sin contemplaciones, e impedir que su rival más importante a noventa millas no sólo les desfalque con su propia moneda, además que se le burle en su cara.

Atrapado como está en la interminable dualidad inmóvil y secular, por profana, el efebo de Raúl, con un barrigón que no le permite abrocharse los zapatos italianos de piel de cordero, preguntó hace poco a un cubano de a pie, de cómo lo trataban los apagones, fingió que se enteraba en ese instante de que llevaban más de veinte horas sin electricidad, ¡Hay que ser cínico y mala entraña! Por su cara falsamente compungida se notaba que disfrutaba el sufrimiento ajeno.

Mientras tanto su mujer elige en alguna tienda occidental un nuevo modelito de bolso Chanel, su hijo esquía en uno de los circuitos invernales más caros de los Alpes suizos, pagada su estancia con el resultado del saqueo a los cubanos o por la remuneración de Hollywood a su novia, la actriz Ana de Armas.

No, lo que de verdad se verá afectada desde que Trump volvió al mandato que le defraudaron en el 2020, será la capacidad que ha mantenido el régimen de la mafia castrista para continuar oprimiendo y matando de hambre a los cubanos con el dinero de sus propios familiares en Estados Unidos.