Inmigración y energía: los caballos de batalla desbocados de las elecciones alemanas
El líder socialista, Olaf Scholz, trata de contrarrestar el efecto de los últimos atentados en Alemania y Austria que han mejorado la intención de voto para los conservadores (CDU) y a AfD

Un cartel de campaña electoral con el retrato del canciller alemán Olaf Scholz, candidato del Partido Socialdemócrata
El gran tema de la campaña es el asunto migratorio. El actual canciller Olaf Scholz instó este martes a hacer frente «al odio racista», un día antes de que se cumpla el quinto aniversario del ataque perpetrado en la ciudad alemana de Hanau por un extremista de derecha en el que murieron nueve personas de origen extranjero.
«A nueve hombres y mujeres les fue arrebatada la vida el 19 de febrero de 2020 en Hanau. Nueve de nosotros, brutalmente asesinados por un atacante de extrema derecha», afirmó en un vídeo publicado en la red social X, antes Twitter. «Las víctimas de Hanau dejan un doloroso vacío. Este vacío permanecerá, pero podemos recordarlos», dijo. «Podemos contrarrestar el odio racista que sentó las bases de los asesinatos de Hanau». «La respuesta, cinco años tras Hanau, y todos los días debe ser: no dejemos espacio al odio contra las personas», afirmó Scholz.
El líder socialista trata de contrarrestar el efecto de los últimos atentados en Alemania y Austria en la intención de voto a los conservadores (CDU) y a la derecha nacionalista (AfD). Alice Weidel, su líder, afirmaba con su característica falta de complejos que en Alemania se está produciendo una «pérdida de control», por eso su partido (AfD) quiere «restablecer el orden público». Friedrich Merz, del democristiano de la CDU, acusó a Scholz de deportar a muy pocas personas y exigió también vuelos a Afganistán.
El otro gran asunto que preocupa a los votantes alemanes es la economía y asociada a ésta la cuestión energética. Asunto que hoy se ha visto afectado porque la industria alemana ha dado la voz de alarma: el coste de la electricidad es demasiado elevado. Pero ¿hasta qué punto es realmente grave la situación? Los medios germanos describen la situación:
La fundición de Lößnitz, en el estado de Sajonia, produce materia prima para Audi, BMW y Porsche y su director general, manifestaba que está preocupado por el futuro de sus 85 empleados. «Los precios actuales de la electricidad me dan dolor de estómago. Son causa de una gran incertidumbre». Esta fundición tiene 176 años y ha sobrevivido a crisis económicas y guerras mundiales. Pero ahora mismo se ve con un futuro difícil.
Lo mismo declara el director general del productor de acero Feralpi Stahl, con 850 empleados, que dice haber tenido que paralizar temporalmente la producción.
También, la directora general del productor de acero Georgsmarienhütte, Anne-Marie Großmann, explica por su parte que sus más de 6.000 empleados sólo producen actualmente noches y fines de semana, cuando los precios de la electricidad son más baratos.
Estas fundiciones de acero se sirven de la electricidad y necesitan mucha energía. Por eso ha sido tema de campaña y muchos de los partidos prometen estabilizar o reducir el impuesto sobre la electricidad y las tarifas de red. Los políticos esperan que los precios de la electricidad se estabilicen y bajen como consecuencia de la expansión de las energías renovables. Pero ¿este cambio será lo suficientemente rápido para empresas como estas?
Para mayor convulsión en esta campaña, las noticias del comienzo de las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia respecto al conflicto de Ucrania y las relaciones entre las dos potencias han cogido a Alemania con el pie cambiado, por causa de las elecciones, las reacciones han sido prudentes por parte de los principales líderes políticos.
El canciller, Olaf Scholz, dijo a los medios que se sentía «irritado» por la actual discusión: «Se trata de un debate inadecuado, en el momento equivocado y sobre el tema equivocado. Aún no estamos en un punto de paz, sino en medio de una guerra brutalmente librada por Rusia». Pero, por supuesto, no ha adquirido compromisos.
Sigue la campaña electoral alemana hacia su recta final y, según la más reciente encuesta telefónica de la cadena alemana ARD, en la que se preguntó de manera representativa a 1.579 votantes alemanes, comprobamos estos datos:
CDU/CSU obtendría el 32 por ciento de los votos; AfD el 21 por ciento, y el SPD y Los Verdes, el 14 por ciento, respectivamente. Desde hace muchas semanas, las encuestas no reflejan cambios importantes.
Los otros tres partidos más pequeños, La Izquierda, el FDP y el BSW, luchan por conseguir ese 5 por ciento de los votos, porcentaje que les daría acceso al Parlamento. Según la encuesta, uno de cada tres votantes alemanes no se ha decantado aún por un partido determinado.