
Un cartel de la campaña de la SPD con la imagen del canciller Olaf Scholz
Elecciones en Alemania
Olaf Scholz, un «conservador» en el Partido Social Demócrata (SPD)
El candidato socialista fue ministro de Finanzas de la gran coalición de la canciller Angela Merkel
El candidato de los socialistas es Olaf Scholz quien nació en Osnabrück en 1958, creció en Hamburgo y es abogado. Forma parte del Partido Social Demócrata (SPD) desde 1975, fue alcalde de Hamburgo, diputado del Bundestag y ministro de Finanzas de la gran coalición de la canciller Angela Merkel.
Scholz está más bien identificado con el ala conservadora del partido social demócrata y ha sido el artífice de un cambio de política en Alemania tras la invasión rusa de Ucrania y el estallido de la guerra. Su famoso discurso de febrero de 2023 sobre un punto de inflexión en la historia (Zeitenwende) supuso un cambio de rumbo en la política alemana, pero ha sufrido un gran desgaste al punto que perdió una moción de confianza en diciembre pasado.
El SPD presenta un auténtico «programa de gobierno» con un enfoque centrado en la justicia social, buscando garantizar un nivel de vida asequible, aumentar el salario mínimo y reducir impuestos para quienes ganan menos. En contraste, los ingresos más altos estarían sujetos a mayores impuestos.
También aboga por el fortalecimiento de la economía y por mantener unas pensiones estables. En cuanto a la política migratoria, sí propone acelerar los procedimientos de asilo, pero rechaza trasladarlos fuera de la UE. En política exterior, continuará apoyando a Ucrania, aunque descarta el envío de misiles Taurus.
A pesar del firme apoyo de Alemania a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, Scholz también reiteró su llamado la moderación, lo que le valió el apodo de «canciller de la paz».
La guerra en Ucrania terminó por dominar su mandato, durante el cual la subida de los precios de la energía golpeó la economía, alimentando las luchas internas en su coalición con Los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), que se derrumbó el 6 de noviembre.
La semana pasada, Scholz reflexionó sobre su propio estilo de liderazgo y declaró ante el Parlamento que, «especialmente en tiempos de crisis, la prudencia, la experiencia y un rumbo claro son esenciales».
«Un canciller debe mantener los nervios, especialmente en situaciones difíciles», afirmó el líder socialista tratando de sacar ventaja de su estilo pausado y aburrido.
Salvo una improbable sorpresa de última hora, el SPD de Scholz perderá las elecciones ante el bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) y todo apunta incluso a que caerá a la tercera posición, superado por Alternativa para Alemania (AfD).
El talón de Aquiles de su Gobierno fue el mal desempeño de la economía, acompañado de constantes debates, incluso públicos, en la coalición entre el SPD, los liberales de la FDP y los Verdes. Bajo la coalición de Gobierno liderada por Scholz la economía encadenó dos años de recesión.
Todo apunta a que este 23 de febrero marcará el fin de la larga carrera política de Scholz. Aunque el SPD siga en el Gobierno, como socio minoritario en una gran coalición con los conservadores, uno de los escenarios probables, posiblemente en esa alianza no se cuente con Scholz.