Las urnas confirmarán que Alemania es de derechas

Desde temprano se observa un importante despliegue de policía en el ciudad. Los actos de violencia recientes, como el acuchillamiento del turista español, junto a los recientes atentados afectan a lo que pase en estas elecciones.

El mayor asunto que preocupa a los ciudadanos alemanes es la inmigración y los delitos y terrorismo que pueda venir a asociado a esta. Por este motivo cualquier agresión que se pudiese producir sería decisiva en esta elección de un nuevo Parlamento.

Hay una calma tensa o una tensión contenida que se respira en el ambiente. Hay otra percepción importante: Desde la ruptura de relaciones con Rusia tras la ocupación de Ucrania y la guerra, tras ese llamado «punto de inflexión» (Zeitenwende), que proclamó Scholz, las vidas de los alemanes se han visto gravemente afectadas.

Al elevado coste de la energía, la pérdida de un fluido comercio y la caída económica, se suma la sensación de inseguridad en el interior de la República Federal. También hay gran sensación de inseguridad respecto al exterior. La posición geopolítica de Alemania ha sido decisiva en el pasado e igualmente lo es en el presente respecto a la enorme Rusia y a su posición de defensa de los países Bálticos y el conjunto de Europa Central.

Los alemanes han comprobado que sus fuerzas armadas y su industria militar estaban casi desmanteladas

Los alemanes han comprobado que sus fuerzas armadas y su industria militar estaban casi desmanteladas, que con un gran esfuerzo y una economía en recesión están tratando de ponerse a punto para lo que muchos consideran ya una situación pre-bélica. Un conflicto que podría darse en el margen de los próximo 5 años. Cualquier ciudadano informado de aquí lo percibe así. Por este motivo estas elecciones de mañana son serias para los alemanes.

El gobierno progresista de Scholz ha sido un catástrofe, sobre todo en la parte «verde» del semáforo

Muchos no quieren permitirse perder más el tiempo, que su economía siga cayendo y su capacidad económica disminuyendo. El gobierno progresista de Scholz ha sido una catástrofe, sobre todo en la parte «verde» del semáforo (los Verdes de la coalición de gobierno) que con su imposición ideológica medioambientalista y su resistencia a un rearme de la República Federal han arruinado al gran Estado alemán a gran velocidad.

¿Cuándo nos daremos cuenta en España de cosas como esta? Aquí parece que se tiene una clara conciencia de la necesidad de un cambio de rumbo y, en este punto, el cristiano demócrata y conservador Friedrich Merz tendrá un problema, si gana, y no le bastan los votos de los socialistas. Un gran mayoría quiere un gobierno de derechas y estable y de esa gran mayoría una parte considerable quiere un derecha firme.

No se sabe qué valor tiene todavía la alianza de Estados Unidos con Putin

Por otro lado, Donald Trump está resultando desconcertante. Alemania confiaba que con él podrían seguir las cosas, pero aún no se sabe qué valor tiene todavía la alianza de Estados Unidos con Putin.

Alemania ya tuvo dificultades para reaccionar con rapidez y coherencia ante la amenaza del Este cuando Estados Unidos todavía era su potencia protectora.

Ahora, sin embargo, debe redoblar sus esfuerzos, por sí misma, en el fortalecimiento de su propia capacidad de defensa y en la organización de una respuesta europea a la presión de Putin. Así como reestablecer nuevos puestos con Trump.

Uno de los errores de política exterior del Gobierno de Scholz ha sido no haber aprovechado el tiempo. Merz, el hombre con más posibilidades de convertirse en el próximo canciller federal también quiere cambiar esto y eso depende de la coalición que pueda forjar a sabiendas de que la mayoría del electorado quiere un gobierno de derechas.

Si los liberales del FDP entrasen en el Bundestag, podrían ahorrarle a Merz depender de ambos partidos de izquierda para obtener la mayoría de la cancillería. Pero, no parece probable y deberá decidir sobre cómo construir un gobierno firme y de derechas.