
Un joven golpea una olla durante una protesta contra el gobierno del presidente argentino Javier Milei
Cientos de detenidos y una veintena de heridos durante una manifestación en Argentina
La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, afirmó que quienes participaron en la movilización «venían preparados para matar»
Una protesta habitual de jubilados frente al Congreso de Argentina contra el Gobierno de Javier Milei, apoyada por hinchas de fútbol, sindicatos y diferentes organizaciones sociales, derivó en enfrentamientos policiales, que han provocado la detención de más de un centenar de personas y 20 heridos, uno de ellos grave.
Esta vez, varias peñas de clubes de fútbol decidieron acompañar a los jubilados en la Plaza de Mayo debido a que hace una semana, un hincha de 75 años de Chacarita Juniors fue rociado con gases y golpeado por la Policía, rompiéndole la muñeca.
Cerca de las 16:30 los manifestantes en el centro de Buenos Aires trataron de superar los cordones policiales para llegar al Congreso. Cada miércoles, los jubilados protagonizan movilizaciones, normalmente de decenas, apoyando una actualización de las pensiones, restitución de la cobertura de medicamentos y una extensión en la moratoria que permite a las personas sin suficientes años cotizados cobrar una pensión. Estas han sido reprimidas con gases y empujones por la policía.
Mientras que los manifestantes arrojaban piedras, petardos y bombas contra las autoridades, los agentes respondían con gas lacrimógeno y chorros de agua para abrirse paso. Ante la imposibilidad de llegar al Congreso, los participantes en las protestas optaron por dirigirse a la Casa Rosada, pero un grupo de policías motorizados lo impidió.En la Avenida de Mayo, volcaron y prendieron fuego un coche de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, aunque algunos señalaron como autores a agentes infiltrados.
«Venían preparados para matar»
Además de contra el presidente Milei, quien fue objeto de cánticos fue la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich. Esta afirmó que quienes participaron en la movilización «venían preparados para matar», añadiendo que «seguramente muchos de ellos tenían antecedentes penales».
El herido grave se trata del fotógrafo Pablo Grillo, que recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza, provocándole una fractura en el cráneo, según informaba su padre, Fabián Grillo. Al recibir el golpe, se desplomó. Fue trasladado al hospital Ramos Mejía de Buenos Aires, donde le han operado. Bullrich se refirió a Grillo como «un militante kirchnerista y está preso».