Del nuevo rearme europeo a la moneda digital
Los últimos ministros de Defensa europeos, incluyendo a Ursula von der Leyen, han abogado por el desarme, o sea, por traicionar su propia gestión; sin embargo, ninguno dimitió en su momento.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, Francia
La presidente de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, ha conseguido lo que anhelaba volver a ser, ya no ministra de Defensa como lo fue en Alemania, sino la presidente del Rearme Europeo —ese es el pomposo nombre que define el feliz acontecimiento—, con la autorización de casi todas las naciones de la Unión, hasta ahora. Al menos el presidente francés, Emmanuel Macron, ya puso la defensa de Francia en manos de la señora que fue sumamente criticada por su mediocre gestión como ministra alemana de la Armada y todavía más durante su pésima gestión como presidente de la UE durante la pandemia del PCCH.
Recordarán que hace algún tiempo Julian Assange con la filtración de documentos en Wikileaks advertía que al igual que nos impusieron la pandemia nos impondrían una guerra perdurable con el fin de empobrecer todavía más a la población con sus consecuencias. Lo de las consecuencias lo dejo a su imaginación, que no será tan difícil averiguarlo, dado el nivel de corrupción de los gobiernos que se ha ido descubriendo tras el fin del catarro chino. ¿Estaríamos inmersos de nuevo en otra catástrofe provocada y no la apercibimos porque los medios continúan enredándonos la mente con las boberías habituales? La rutina entrega pruebas diarias y seguidas, iremos hacia otra debacle.
Mientras que en Portugal cae el Gobierno de centro derecha liderado por el empresario y político Luis Montenegro y el partido de extrema necesidad, ¡Chega! (¡Basta!) sube abrumadoramente en las encuestas, en Rumanía la UE da lo más parecido a un golpe de Estado y el pueblo se ha lanzado a las calles; como mismo están en las calles los griegos, y los serbios. Pero nadie te lo cuenta, los propagandistas oficiales silencian estos hechos por orden de arriba, ese «arriba» para nada inmaculado que los cubanos conocemos al dedillo.
Tenemos una Europa desnuclearizada porque el Pacto Verde, ganado por Von der Leyen, así lo impuso; además de una Europa desarmada, atrasadísima en cuanto a armamento y defensa. Los últimos ministros de Defensa europeos, incluyendo a Von der Leyen, han abogado por el desarme, o sea, por traicionar su propia gestión; sin embargo, ninguno dimitió en su momento. Debieron haberlo hecho, porque si cada uno de los países se desarmaba, entonces qué necesidad hubiera habido de gastos extraordinarios con la mera intención de mantener a ministros de Defensa que no defendía más que la burocracia y la permanencia obsoleta en su cargo.
Los últimos ministros de Defensa europeos, incluyendo a Von der Leyen han abogado por el desarme, o sea, por traicionar su propia gestión
Poner en manos de la Presidencia de la Unión Europea y de Úrsula von der Leyen el amparo militar de cada región y nación pareciera más que un desacierto, se asemeja a un plan nefasto del que nos costaría salir. Es más, siento ser clara, pero me recuerda demasiado los propósitos de una Alemania en una época bastante infeliz para la humanidad.
Al mismo tiempo, oh casualidad, se nos aparece Christine Lagarde, la presidente del Banco Central Europeo y con la misma ligereza que la caracterizó a la hora de afirmar que había que eliminar a los ancianos porque constituían gastos inútiles, o sea, quitarse de encima a los viejos, a todos los mayores menos a ella seguramente, ha presentado lo que ve como un logro mayor en las finanzas: la desaparición total del billete para implantar el euro numérico en permanencia.
Lagarde con su pañuelito de seda al cuello, nos anuncia sin que se le mueva una canosa pestaña que es absolutamente urgente hacer esta conversión sin retroceso debido a los desequilibrios geopolíticos. «El 6 de marzo de 2025, durante su conferencia de prensa, el Banco Central Europeo (BCE) confirmó su intención de continuar con el proyecto del euro digital…».
Subrayó entonces tan campante y reiterativa: «La fecha límite para nosotros será octubre de 2025». En concreto, octubre de 2025, o sea, este mismo año, es la fecha que se ha planteado como objetivo para el final de la fase de pruebas de la moneda.
Sin embargo, el proyecto no podrá seguir adelante hasta que el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea den luz verde. No todos los eurodiputados están convencidos: cuatro de los ocho grupos del Parlamento Europeo han expresado serias reservas sobre el euro digital, tras el reciente fallo del sistema Target 2 el 10 de marzo, que permite a los bancos transferir dinero en euros instantáneamente. Pese a eso agregó que la operación vendría a ser, agárrense de la brocha que les quitan la escalera: «Una oportunidad estratégica contra Estados Unidos».
Vuelvo a disculparme, pero como los cubanos venimos del futuro, gracias a Reinaldo Arenas por esa frase tan lúcida como toda su obra, a mí este conjunto de frases me recuerda el cambio fatal de moneda definitivo tras el advenimiento del castrismo más el anuncio perenne de un estado de guerra debido a la amenaza de una invasión norteamericana que nunca llegó a producirse. Los soviéticos invadieron Cuba durante treinta años, y el mundo impávido; por el contrario, el mundo hacía eco de una propaganda de invasión difundida por Castro contra Estados Unidos, que al igual que en el poema de Constantino Cavafis, Esperando a los bárbaros, estos nunca llegaron:
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución…