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Imágenes del presidente Donald Trump en el parqué de la Bolsa de Valores de Nueva York

Imágenes del presidente Donald Trump en el parqué de la Bolsa de Valores de Nueva YorkEFE

Trump responde a China y defiende sus aranceles: «Esto es una revolución económica y vamos a ganar»

El republicano admite que el inicio «no será fácil», pero que el resultado de su guerra arancelaria será «histórico»

Quien esperara que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se mantuviese tranquilo y apartado de los grandes titulares durante los días de reposo que está pasando en su residencia de Mar-a-Lago se equivocaba. La actualidad, después de la bomba nuclear que desató el pasado miércoles con su anuncio de aranceles, le obliga a estar al tanto.

En esta ocasión ha sido China, su gran rival comercial, quien más está contraatacando a los intereses económicos estadounidenses. Después de anunciar ayer aranceles del 34 % a todos los productos de Estados Unidos, hoy el portavoz del Ministerio de Exteriores, Guo Jiakun, ha dicho que es el momento de que Estados Unidos «deje de cometer errores» y ponga fin a la guerra arancelaria. «El mercado ha hablado», expresó Jiakun, haciendo referencia a la gran caída que han sufrido todas las bolsas mundiales, situándose en niveles tan bajos no vistos desde la pandemia.

Ante todo esto, el presidente estadounidense ha reaccionado con un nuevo mensaje en Truth Social: «China ha sido golpeada mucho más duramente que los EE. UU. Ellos y muchas otras naciones nos han tratado de manera insostenible. Hemos sido el tonto e indefenso 'poste de los azotes', pero ya no. Estamos trayendo puestos de trabajo y negocios como nunca antes. Por ahora, más de cinco trillones de dólares de inversión, ¡y subiendo rápido!. Esta es una revolución económica y ganaremos. No será fácil, pero el resultado final será histórico. Vamos a hacer América grande de nuevo», finalizó el mandatario.

Desde luego, este mensaje del republicano va en consonancia con todos los argumentos que ha expresado hasta ahora: que los aranceles de Estados Unidos son una manera de devolver al resto del mundo «el maltrato económico» a su país —en realidad, los aranceles recíprocos que anuncia Trump no lo son como tal—, que esta revolución traerá un período de prosperidad —«solo los débiles caerán», dijo ayer en otro mensaje en Truth Social—, ignorando la caída masiva de los mercados mundiales y que su estrategia le devolverá al país norteamericano la posición dominante que ostentaron durante buena parte del siglo pasado.

Entrada en vigor del arancel del 10 %

Paralelamente a todo esto, hoy ha entrado en vigor, a la medianoche estadounidense —seis de la mañana hora peninsular— el arancel global del 10 % a los productos importados de Estados Unidos que Trump impuso a 184 países y territorios, además de la Unión Europea.

Por su parte, los aranceles recíprocos que el presidente anunció a cada país entrarán en vigor el próximo miércoles, lo que le da cierto margen de negociación. Mientras China, contraatacando con aranceles, ha liderado la reacción más dura contra Trump, seguida por Canadá o Francia —Macron ha pedido detener las inversiones francesas en el país norteamericano—, otros países han optado por un tono más tranquilo con la esperanza de negociar y que se reduzcan los aranceles.

«Los aranceles se pueden negociar si nos ofrecen algo fenomenal», dijo Trump antes de subirse al Air Force One, dejando la puerta abierta a unas rebajas. Este mismo lunes, según ha adelantado el medio Axios, se espera que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se convierta en el primer líder mundial en visitar la Casa Blanca desde el anuncio de aranceles, con la esperanza de que reduzcan a Israel los aranceles del 17 % anunciados el miércoles.

Por ahora, lo que está claro es que Trump sigue convencido de que su estrategia le ha ofrecido jugar con blancas la partida. O, como él mismo ha dicho, la revolución económica.

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