
Presentación de Cobi, la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, por Trump
Cuando Trump conoció a Cobi en 1991
El empresario neoyorquino y la mascota olímpica de Barcelona coincidieron en un evento promocional que dejó una curiosa imagen para el recuerdo
Un fragmento poco conocido de la vida de Donald Trump acaba de salir a la luz. Antes de convertirse en presidente de Estados Unidos, Trump fue quien presentó oficialmente a la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona, Cobi, en territorio estadounidense.
Este episodio ocurrió hace 34 años, cuando Trump tenía 45 años y atravesaba una etapa económica complicada. En el reportaje original, el corresponsal Joan Nogués destacaba que Trump era entonces conocido como «el propietario que, según dicen, había arruinado el Hotel Plaza, varios casinos, apartamentos y poseía el 40 % del puente aéreo entre Boston, Washington y Nueva York».
Uno de los objetivos clave de Barcelona durante los Juegos Olímpicos de 1992 fue proyectarse al mundo. Era un momento de transformación global tras la caída del Muro de Berlín, y España, apenas 15 años después de su transición a la democracia, buscaba posicionarse como un destino abierto, moderno y atractivo para el turismo internacional.
Dentro de esa estrategia de apertura, surgió la idea de llevar a Cobi en una gira internacional. El personaje viajó por distintas ciudades para promocionar los Juegos, y, como no podía ser de otra manera, Estados Unidos fue una de las primeras paradas del tour.
El acto de presentación se celebró precisamente en el Hotel Plaza de Nueva York, uno de los enclaves más icónicos de la ciudad. Allí, Trump apareció junto al presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos para dar su apoyo a los Juegos de Barcelona. Frente a un enorme Cobi de 8 metros de altura, el empresario aseguró haber asistido «a mostrar mi respaldo y desear el mayor de los éxitos a los organizadores de los Juegos Olímpicos de Barcelona».
En ese momento, pocos podrían haber imaginado que aquel magnate inmobiliario, con su imagen aún alejada de la política, se convertiría décadas después en uno de los personajes más influyentes de la escena mundial.
En un curioso giro del destino, Donald Trump será el presidente durante los próximos Juegos Olímpicos en suelo estadounidense, los de Los Ángeles 2028, que se celebrarán pocos meses antes de que termine su mandato.