
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt
Trump quiere que Harvard se disculpe «por su antisemitismo» y amenaza con retirarle sus ventajas fiscales
Mientras tanto, sigue presionando a China en la guerra comercial e insiste en que la pelota «está en su tejado»
Donald Trump ha redoblado su ofensiva contra Harvard, exigiendo una disculpa pública por lo que califica como «antisemitismo flagrante» en su campus, y amenazando con retirarle el estatus de exención fiscal que posee como universidad privada. La presión sobre el mundo académico se suma a otras batallas abiertas de su Administración, como la guerra comercial con China y la ofensiva contra estudiantes extranjeros que participan en protestas propalestinas.
«Harvard debería pedir perdón», afirmó la portavoz presidencial Karoline Leavitt en rueda de prensa. «El presidente cree que debería perder su exención fiscal y ser tratada como una entidad política». En paralelo, la Casa Blanca congeló 2.200 millones de dólares en subvenciones y rescindió contratos federales por otros 60 millones, al considerar que la universidad permite interrupciones académicas y acoso contra estudiantes judíos.
El conflicto se enmarca en una campaña más amplia del presidente contra las políticas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) en centros educativos, a los que acusa de promover ideologías radicales y de no frenar las crecientes protestas contra la guerra en Gaza.
Harvard, por su parte, se niega a ceder. En una carta pública, su rector Alan Garber defendió la autonomía institucional: «Ningún gobierno debe dictar lo que una universidad puede enseñar, a quién puede contratar o qué temas puede investigar». El consejo editorial de The Crimson, el periódico estudiantil, fue más allá: calificó de «extorsión federal» las amenazas de la Casa Blanca y llamó a otras universidades a resistir.La presión no se limita a las instituciones. Decenas de estudiantes extranjeros han sido detenidos por su participación en protestas propalestinas. Entre ellos, el palestino Mohsen Mahdawi, la turca Rumeysa Ozturk o Yunseo Chung, de Corea del Sur. Aunque jueces federales han frenado sus deportaciones, el mensaje de Trump es claro: el Gobierno considera motivo suficiente para la expulsión cualquier vínculo con movilizaciones contra Israel.
Fronteando a China con los aranceles
Paralelamente, la tensión también se extiende al plano internacional. «La pelota está en la cancha de China. No necesitamos hacer un trato con ellos», ha afirmado la portavoz Karoline Leavitt, criticando las demoras de Pekín en retomar las negociaciones.
Mientras tanto, la Embajada de China en Argentina ha expresado este martes su «profundo descontento» por las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, durante su visita al país sudamericano y le pidió «abstenerse de sabotear» a naciones que asisten a países en vías de desarrollo. En un comunicado oficial, las autoridades chinas expresaron su «profundo descontento y categórico rechazo a las maliciosas difamaciones y calumnias realizadas por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, durante su visita a la República Argentina del 14 de abril».