Se nos están terminando los grandes referentes en Iberoamérica
Solo nos queda apelar a los pocos campeones de la libertad y la democracia que aún tiene la región, como lo son el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, el doctor Enrique Iglesias y el doctor Enrique García

Expresidentes y exjefes de Gobierno de Iberoamérica en un evento de la Cátedra Vargas Llosa (2016)
Hoy más que nunca hay que hacer un llamado a la razón y a la necesidad de actuar y levantar las voces de quienes son líderes empresariales en todo nuestro hemisferio y entender que la política importa y por eso no podemos permitir que la corrupción termine con los valores fundacionales de nuestras naciones.
Hoy estaría mi padre Manuel Fabio Echeverri Correa cumpliendo 92 años de vida. Un hombre que vivió a plenitud, que forjó su carácter a pulso y supo honrar los principios y los valores heredados a lo largo de 84 años de patriotismo y lucha por una Colombia libre, justa, democrática y prospera.
Esta semana que pasa ha sido triste para quienes luchamos por las mismas causas. Han agarrado viaje a la eternidad y debemos honrar la memoria del doctor Jorge Cárdenas Gutiérrez y del maestro Mario Vargas Llosa, dos grandes referentes hispanoamericanos que siempre entregaron todo por las gentes de nuestros países.
Nos queda apelar a los pocos referentes y campeones de la libertad y la democracia que aún tiene la región, como lo son el expresidente doctor Álvaro Uribe Vélez, el doctor Enrique Iglesias y el doctor Enrique García y atender su guía y sus orientaciones antes de que todo sea muy tarde para todo Iberoamérica.Sobre la memoria del doctor Jorge Cárdenas Gutiérrez, publicaré esta semana un escrito sentido, ya que él para mí fue un mentor y un maestro invaluable.
Hoy honrando la memoria de mi padre, debo circular esta corta nota en reconocimiento a la labor infinita del maestro Mario Vargas Llosa en favor de la batalla cultural por la libertad que libra hoy toda Hispanoamérica y la perdida que ello representa en un momento donde la humanidad tiene los valores totalmente extraviados a causa de una lucha irracional de egos y vanidades de la cual ninguna nación del planeta podrá salir ilesa.
En lo que va de este siglo y especialmente de 2010 a 2025 y por el hecho de que presido la Asociación Primero Colombia, que custodia la doctrina democrática del doctor Álvaro Uribe Vélez, tuve el privilegio de conocer de primera mano, fuera de lo literario, el profundo y extraordinario, dedicado, constante, consistente, generoso y enriquecedor trabajo del maestro Mario Vargas Llosa, su equipo y su fundación en pro de la libertad y la democracia en todos los países libres de la región y en España.
No tengo elementos porque no soy un intelectual ni un literato capaz de juzgar su obra escrita y las ideas que la conforman. No soy quién para hacerlo, ni para evaluar las circunstancias de tiempo, modo y lugar que sin duda lo convirtieron en uno de los grandes referentes de nuestra región y del mundo libre.
Yo hablo por los hechos que me ha correspondido presenciar y por la magnitud de su trabajo democrático y sus palabras en defensa de las libertades y las garantías sociales.
El «Maestro Mario» fue un paladín de la libertad, la democracia y los valores democráticos; como pocos lucho contra el socialismo mamarracho que tanta pobreza le ha dado a toda la región y que hoy tiene contra la pared los principios y los valores de nuestras naciones, y tiene sumidas en la miseria y la indigencia a naciones enteras como Cuba, Nicaragua y Venezuela, parte de Honduras, Guatemala, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile y Perú, bajo la excusa de que los errores cometidos en el pasado justifican los falsos enunciados de su dialéctica populista y el saqueo a los Estados, al emprendimiento privado y a riqueza moral y cívica de intelectual de las naciones Iberoamericanas.
Se le va a toda Iberoamérica un gran referente, un bastión de la libertad y la democracia de talla mayor. Que la luz lo tenga en su gloria eterna. Deja sin embargo en su hijo Álvaro Vargas Llosa, uno de los hombres mejor dotados y con más capacidad de tomar la posta de los grandes que forjaron el desarrollo socioeconómico de nuestras naciones en materia de la conservación de los valores fundacionales de libertad y orden. Deja el Maestro un equipo de amigos y personas encabezadas por Gerardo Bongiovanni, totalmente comprometidas con la libertad y la democracia, y que tienen mucho por aportar al presente y futuro de nuestras naciones.