Venezuela
El proceso constituyente bolivariano que inauguró Hugo Chávez
La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999, fue promovida durante el primer año de gobierno del presidente Chávez, asumiendo facultades plenipotenciarias por encima de todos los poderes existentes y con el propósito de redactar una nueva Constitución.
La Asamblea fue aprobada por un referéndum en abril de 1999 y representó el primer y quizás único éxito para Chávez, con 88 % de votantes que apoyaron la propuesta.
La Asamblea quedó conformada por 131 miembros electos y 3 delegados indígenas designados por sus comunidades, en unas elecciones que se realizaron en julio de 1999.
Una trampa electoral que afectaba la distribución de los escaños, le permitió a Chávez obtener el 95 % de los asientos
En esa elección, se dio la primera señal del talante fraudulento del gobierno, pues, aunque los representantes del oficialismo ganaron el 65,8 % del voto, una trampa electoral que afectaba la distribución de los escaños, le permitió obtener el 95 % de los asientos (125 del total de 131), incluyendo todos los pertenecientes a los grupos indígenas, y dejando a la oposición con solo seis escaños.
La constitución se ratificó después en el referéndum del 15 de diciembre de 1999, con el 80 % de votos a favor, en medio de la más grande catástrofe socio ambiental ocurrida en el país, como fue las inundaciones y derrumbes ocurridos en el estado Vargas (La Guaira), que dejó unos 20.000 muertos y desaparecidos, incluidos centenares o miles de niños huérfanos entregados en adopción y cuyo registro se perdió.
La nueva Constitución aumentó el período presidencial de cinco a seis años, permitió la revocación mediante referéndum del mandato de servidores públicos electos, incluido el presidente
La nueva Constitución aumentó el período presidencial de cinco a seis años, permitió la revocación mediante referéndum del mandato de servidores públicos electos, incluido el presidente, y permitió la reelección hasta por dos períodos presidenciales.
También convirtió el Congreso Legislativo bicameral existente, con senadores y diputados, en uno unicameral que se denominó Asamblea Nacional, y cambió el nombre del país que estaba entonces oficialmente conocido como la República de Venezuela, por el de República Bolivariana de Venezuela.
Se realizaron elecciones parlamentarias, y de nuevo se aplicó la misma trampa electoral que permitió tener más diputados con menos votos
En julio de 2000 se celebraron las primeras elecciones presidenciales bajo la nueva Constitución, y Chávez fue reelecto como presidente. También se realizaron elecciones parlamentarias, y de nuevo se aplicó la misma trampa electoral que permitió tener más diputados con menos votos. El gobierno mostró así, por primera vez y para siempre, su otra cara.
Es así como en 2007, el presidente Chávez hace la solicitud de un referéndum para reformar la constitución, con una propuesta para cambiar 33 artículo, que luego la Asamblea Nacional extendió a 69, agrupándolas en dos bloques.
La reforma incluía la conformación de Venezuela como Estado Socialista; la minimización de la propiedad privada y su eliminación en el caso de la tierra
Como elementos relevantes, la reforma incluía la conformación de Venezuela como Estado Socialista; la minimización de la propiedad privada y su eliminación en el caso de la tierra; La institucionalización de la Misiones populistas; la creación de la sociedad comunal y la creación de las Milicias Populares.
La primera derrota de Chávez
El referéndum se efectuó en enero de 2008 y sus resultados expresaron el rechazo del pueblo a los cambios propuestos. Esta sería la primera derrota electoral importante del oficialismo, que contó además con una abstención del 44 %. Es bueno señalar que el informe definitivo de la votación con el 100% de las actas aún no se ha publicado.
A pesar de este estruendoso fracaso, el gobierno no cedió en sus deseos de reforma e hizo dos intentos más.
En 2009 propició una enmienda constitucional, la única realizada hasta ahora, en la cual logro aprobar la reelección indefinida del presidente. Sin embargo, la percepción de haber sido un proceso amañado aún no se disipa.
En 2017 se procedió a convocar mediante decreto presidencial, una nueva Asamblea Nacional Constituyente, otra vez con el propósito de redactar una nueva Constitución
Luego, ya con el presidente Maduro en el poder, en 2017 se procedió a convocar mediante decreto presidencial, una nueva Asamblea Nacional Constituyente, otra vez con el propósito de redactar una nueva Constitución para Venezuela que, finalmente, no presentó, ni discutió.
Su vigencia abarcó más de 3 años, hasta diciembre de 2020, sin ningún producto relevante, pero si obtuvo el rechazo de la mayoría del pueblo venezolano, así como de la mayor parte de la comunidad internacional, quienes, con razones bien fundadas, tampoco reconocieron su legalidad.
Finalmente, y pese a lo dicho, es necesario reconocer que el proceso constituyente bolivariano incorporó el tema al debate político y abrió la puerta para que varios gobiernos progresistas-populistas y con tendencias autoritarias en la región, lo asumieran como estrategia para el control del poder y la sociedad.
Así, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, ahora Chile y quizás pronto, Colombia, Argentina y Perú, lo han incorporado como parte del discurso y la práctica política.
Por supuesto, considerando la experiencia venezolana, ese es un camino incierto que podría contribuir al fin de la democracia en nuestros países.