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Pablo Uribe Ruan

Michelle, el nuevo fenómeno del bolsonarismo

La mujer de Jair Bolsonaro destaca como una carismática líder en la derecha brasileña y se perfila como posible sucesora del expresidente

Escondida detrás del mediático Jair Bolsonaro por mucho tiempo, Michelle Bolsonaro (41 años) entra a la política brasileña con todo el poder del bolsonarismo y el temor de una izquierda que ve en ella, como en los mismos hijos del expresidente, su mayor martirio.

Nacida en Brasilia, la carismática política, que viene del corazón de las iglesias evangélicas, ha sido nombrada presidenta de la mujer en el Partido Liberal (PL), agrupación política que dirige su marido, Jair.

Michelle Bolsonaro, presidenta del sector femenino del Partido Liberal de BrasilEFE

«Tenemos que acabar con esa cuota –la del 30 % de aspirantes mujeres para el Congreso– porque queremos a la mujer en la política, pero por su potencial», dijo en un acto del PL esta semana. «Las mujeres que actúan en política deben servir como ejemplo de valentía y de fe», sin necesidad de «cuotas y concesiones».

Un mensaje que va en contra de las políticas de género del Partido de los Trabajadores (PT), que cree que las cuotas femeninas en las instituciones políticas son obra exclusiva suya y derogarlas, por lo tanto, también le corresponde.

Del evangelio y el pueblo

Años atrás, en los tiempos en que Lula era el político más popular de Brasil y el escándalo de Lava Jato ni se asomaba, Michelle entró a trabajar como secretaria en el Congreso. Era 2007, un político evangélico la invitó. Transcurridos unos meses, pasó al despacho de Jair y se casaron el mismo año.

Jair y Michelle empezaron una relación que cautivó el interés de los evangélicos, especialmente. En esos años, Bolsonaro –católico hasta entonces– notaba la importancia de las iglesias evangélicas en la política brasileña, que hoy llama una «democracia religiosa».

Entonces, «el Capitán» (como le llaman al expresidente) se volvió evangélico. Sin duda, detrás de la decisión estaba Michelle, que sabía que con el apoyo de los pastores, Edir Macedo sobre todo, Bolsonaro le ganaría al débil candidato de izquierda, Fernando Hadad. Esto quedó confirmado en 2018.

Michelle candidata

Con un liderazgo visible y aglutinador, Bolsonaro ha vuelto de la Florida, Estados Unidos, luego de pasar tres meses allá. Entre otras cosas, el motivo de su estancia fue evitar la posesión de Lula como presidente por tercera vez.

El expresidente sabe que es hoy el segundo hombre más popular de Brasil, hasta quizá el primero.

No sólo maneja uno de los partidos más grande del país y cuenta con una salud que mejora paulatinamente, sino que cuenta, además, con el apoyo de los tres gobernadores de las principales ciudades de Brasil, Río de Janeiro, Bello Horizonte y Sao Paulo.

Aunque fuerte en lo político y en lo mental, Bolsonaro puede quedar inhabilitado para ejercer cargos públicos si le condenan por el asalto de sus seguidores más radicales al Congreso en Brasil, en la triste toma de enero de este 2023.

Así, en Brasil se habla, día y noche, de sus posibles sucesores. ¿Será uno de sus hijos, Carlos o el carismático Eduardo o el popular Flávio, uno de los congresistas más votados? Más bien sería Tarcíso de Freitas, alcalde de Río de Janeiro, un experimentado político, que puede tomar la batuta de la derecha.

Pero ellos no son Michelle. Mujer, carismática, guapa y de fuertes convicciones. La presidente de la Mujer del PL muestra una fuerza inusitada desde la tribuna y empieza a posicionarse como una candidata más potable que los hijos del 'Capitán' y tal vez que Freitas.

De un barrio humilde de Brasilia, Michelle tiene una especial conexión con los sectores vulnerables de Brasil, por su carisma evangélico que resulta el mejor antídoto contra el monopolio del PT de los sectores populares, que se consolida a partir de la expansión del asistencialismo.

Aún falta mucho para 2026. En el horizonte, las elecciones presidenciales en Brasil se ven tan lejos como la Amazonía de Río de Janeiro. Hablando de Río, Michell Bolsonaro suena como candidata para la prefeitura (ayuntamiento) de esta ciudad, cuyos ciudadanos votarán en 2024.

El nuevo fenómeno de la política brasileña despierta odios y pasiones en la izquierda y en la derecha y divide las preferencias del 'Capitán' entre sus hijos y su pareja. Difícil decisión.