Nuevo plebiscito en Chile
La izquierda chilena anunció que si se aprueba el nuevo texto, volverá a la calle para exigir una asamblea constituyente al estilo venezolano
El domingo 17 de diciembre, los chilenos entrarán de nuevo a las urnas. Esta vez deberán decidir si se aprueba o rechaza un nuevo texto constitucional. Ya antes los chilenos rechazaron mayoritariamente, lo que fue conocido como «mamarracho constitucional». En efecto, una mayoría progre y de izquierda dura, intentó sin éxito desmembrar a Chile y transformarlo en un esperpento. En esta oportunidad, la nueva propuesta viene precedida del trabajo de una comisión de expertos de 24 personas propuestas por el Congreso Nacional, que generó un proyecto que fue sometido a un consejo constitucional con 50 miembros elegidos por votación popular. Las encuestas indicaban hasta hace poco, que la propuesta sería rechazada. No obstante, en los últimos días se ha ido produciendo un cambio y el resultado es impredecible. Lo malo es que Chile seguirá dividido y que los ya cuatro años de discusión pública sobre una nueva Constitución, han paralizado al país. Lo sorprendente, es que muchos miembros de la izquierda chilena durante años reclamaron la ilegitimidad de la actual Constitución, pues aunque fue muchas veces modificada tenía un pecado original por haber sido inicialmente promulgada durante el Gobierno militar, ahora rechazarán el nuevo texto. Lo mismo sucede con algunos que siguen considerando que la actual Constitución es razonable y que siempre podrá ser mejorada por el poder legislativo.
El gobierno de Gabriel Boric, aunque no de manera frontal, ha dado señales de rechazar el texto, por considerar que los miembros del consejo constitucional son en su mayoría de centro y de derechas. Además Boric no deja de congraciar al Partido Comunista. Para la mayoría de los chilenos, un cambio constitucional no está dentro de sus demandas. La inseguridad, el estancamiento de la economía y la inmigración ilegal, son los temas prioritarios. Lo que viene para Chile, e independiente de los resultados del nuevo plebiscito, son dos años complejos, con un gobierno ineficaz y carente de funcionarios preparados para dirigir un país. En los últimos días, el presidente Boric ha estado muy activo en prensa escrita y televisión, intentando revertir la falta de apoyo a su gobierno. Lo que vendrá después del plebiscito, dependerá del resultado, pero ya la izquierda chilena anunció que si se aprueba el nuevo texto, volverá a la calle para exigir una asamblea constituyente al estilo venezolano. Lo que les importa es el poder y el fin justifica los medios.