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lotera ambulante

Una lotera ambulante en plena Puerta del SolThorun Piñeiro

Madrid  La pesadilla de los loteros ambulantes: «La Policía nos persigue como si fuésemos manteros»

Otro de los problemas con los que tienen que lidiar es la falta de confianza de los compradores que, no se fían de los décimos que venden por unos euros más

Navidad es una fecha señalada para todos. Familiares y amigos se reúnen por el nacimiento del niño Jesús. Una tradición que va de la mano con estas fechas señaladas es el premio de la Lotería Nacional. Miles de personas compran al menos un décimo con la esperanza de conseguir un buen pellizco de dinero y paliar gastos o darse algún capricho. El Debate se ha acercado a los puestos de la Puerta del Sol para preguntar a los loteros las expectativas generadas, números preferidos, consejos… Lo llamativo fue el problema que hay entre la policía municipal y los legales vendedores ambulantes de décimos.

La administración más famosa de Madrid es doña Manolita, una cola interminable recorre las calles cercanas del local. Para paliar la espera, utilizan loteros ambulantes, vendedores que llevan un cartelón con varios décimos de la casa y que por dos euros más (22€) se puede adquirir un décimo ahorrándose largas horas de espera. El problema que tienen estos vendedores es que mucha gente desconfía de ellos y acaban entrando en la administración por tradición y superstición. «He tenido que acompañar a más de una persona hasta el local porque no se creen que sean verdaderamente de doña Manolita», nos explica un joven vendedor.

Para que estos décimos sean válidos deben estar firmados y sellados por la administración. «Ha habido veces que he tenido que ir con el interesado a preguntar al personal de seguridad si me conocían para que confiasen». Estos vendedores además de lidiar con la confianza de los clientes, tienen que esquivar a la policía. «Desde hace dos años los agentes nos persiguen como si fuésemos manteros, hemos preguntado y solo nos dicen que son órdenes de arriba». Esta venta es totalmente lícita y está reconocida por el Ayuntamiento de Madrid. El alcalde, José Luis Martínez Almeida, ordenó en 2019 que estos comerciantes debían levantar las mesas y vender los décimos con tablones colgados al cuello, tal y como hacen en la actualidad.

Antiguos loteros ambulantes

Antiguos loteros ambulantesEFE

«Tenemos nuestra licencia, el permiso en regla y aun así la Policía cuando les da no nos permite vender, tenemos que escondernos». No hay ninguna ley que ampare esta praxis, «he llamado a la policía para preguntar y no quieren darnos cuentas de por qué actúan así», nos confiesa el vendedor de doña Manolita. Este modo de venta lleva vigente desde hace más de 20 años y nunca ha habido problemas entre los agentes y los vendedores como los arrastrados desde hace dos años. «Nunca nos hemos enfrentado a la Policía, ni lo tenemos pensado hacer, es más, muchas veces paran el coche delante nuestra y nos compran varios décimos», nos subraya el vendedor.

La respuesta de los agentes ante esta praxis ha sido nula, les han contestado que son «órdenes de arriba». A merced de la incertidumbre, cada día salen con su tablón colgado al cuello con el objetivo de vender el gordo o al menos alguno de los premios. El Debate se ha puesto en contacto con los agentes de Policía para poder dar una explicación a estos trabajadores que durante estas fechas se juegan gran parte de sus beneficios. Fuentes policiales han indicado que estos vendedores «no pueden deambular por la calle, tienen que estar en un sitio fijo y solo pueden tener décimos de una administración».

La explicación policial tiene sentido, antes estaban en un lugar concreto con una mesa, tras la ordenanza del regidor madrileño, ahora deben permanecer en un punto fijo, pero con el cartelón. El problema es que no les han informado a las administraciones que tienen vendedores a pie de calle y tampoco a ellos mismos. El sentido de un vendedor ambulante es que puede moverse libremente para conseguir las mayores ventas.

Una mujer compra un décimo de lotería en una administración

Una mujer compra un décimo de lotería en una administraciónThorun Piñeiro

Expectativas, números favoritos y consejos

Las ansias por hacerse con algún décimo suelen aparecer los meses previos al sorteo, pero muchos quieren adquirir su cupón nada más salir. En julio, Loterías y Apuestas del Estado reparte miles de millones de décimos. Extranjeros y veraneantes piden algún número por el 'y si toca...'. Las administraciones nos confiesan que es un muy buen año, esperan superar con creces las ventas de 2020, 2019 e incluso 2018.

«Hemos empezado a vender décimos desde julio, y ahora en estos últimos meses las ventas crecen muchísimo. Estamos contentos porque estamos vendiendo mucho. Y yo creo, estoy casi seguro, de que vamos a dar el gordo este año», nos explican en la Administración del Elefante de Arenal. La media aproximada de décimos por persona está entorno a tres, aunque siempre hay personas que se llevan 5, 8, 10...

Los números favoritos que suele pedir la gente acaban en 13 o 5, las cifras más premiadas del sorteo

Largas colas de espera en las administraciones

Largas colas de espera en las administraciones de loteríaThorun Piñeiro

Uno de los factores más importante para llevarse el premio es el número del décimo. Los más supersticiosos confían en fechas especiales, un cumpleaños, un aniversario... aunque también hay gente que confía en los loteros y se fían del número que les dan. «Sí que es verdad que hay muchísima gente que viene preguntando por un número en específico, especialmente por uno que se ha hecho viral que tuvimos el año pasado», nos explica desde el Elefante de Arenal.

Los loteros aconsejan que nos dejemos llevar por el número, porque un año tocó una cifra un poco fea, el 00750, y fueron pocos los que confiaron en él. «Todos los números están en el bombo y tienen la misma probabilidad de que toquen», nos explican los loteros de la administración el Elefante de Arenal. Además, añaden que si nos llega a tocar el gran premio, lo suyo es que nos paremos unos segundos y veamos en qué lo invertimos o gastamos. «Todos tenemos gastos que paliar, pero es un buen pellizco de dinero que hay que saber administrar», nos relatan desde varias administraciones.

El sorteo de Navidad cada vez está más cerca, ya saben, compren algún décimo acabado en 13 o en 5, confíen en los loteros si no tienen una fecha señalada y que Dios reparta suerte el 22 de diciembre.

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