El encanto de la Lotería de Navidad: ¿por qué compramos décimos?

Nos encontramos a pocos días de empezar el último mes del año. Regalos, comidas con compañeros, amigos y familiares y, cómo no, la compra de lotería, convirtiéndose en uno de los eventos más importantes del gasto navideño familiar. Y es que al final de cuentas, adquirir décimos de lotería no solo nos hace sentir bien, sino que también nos envuelve en ilusión y alegría colectiva.

Eso sí, hay que destacar que existe un factor adicional que puede perpetuar la compra de estos boletos: la envidia preventiva y el afán por demostrar superioridad.

Según Top Doctors –plataforma en línea para encontrar especialistas médicos en el ámbito privado– distinguen una serie de comportamientos y actitudes relacionas con la compra de Lotería de Navidad.

Perfiles psicológicos

• El explorador y aventurero: A esta persona le gusta arriesgar grandes cantidades de dinero sin aplicar la lógica y no se deja guiar por supersticiones.

• El competitivo: Este perfil juega únicamente para ganar.

• El estratega: El azar no tiene cabida en sus pensamientos. Juega buscando combinaciones numéricas y usa la razón al apostar.

• El amigo: Disfrutar de la experiencia del juego es su premisa principal, buscando compartir la experiencia con familiares y amigos.

• El supersticioso: Recurre a amuletos, apuesta en días específicos o siempre elige los mismos números, todo con el fin de demostrar que tiene control sobre la suerte.

¿Qué perfil es más vulnerable?

El ser humano se sumerge en este tipo de sorteos por dos motivos: entretenimiento y la búsqueda de superioridad. Sin embargo, este impulso abre la puerta a la superstición, una forma de intentar ejercer influencia sobre el devenir de los acontecimientos.

No obstante, aquellos más vulnerables, como quienes padecen Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), experimentan una mayor susceptibilidad y crisis a medida que se acerca el día del sorteo, debido al agravamiento de estos pensamientos supersticiosos.

Además, aquellos que lidian con el Trastorno Bipolar deben ser especialmente cautos durante las fases de euforia y exaltación.