Seguridad vial
Estas son las únicas causas por las que puedes tocar el pito de tu coche sin recibir una multa
Si insistimos en hacer sonar el claxon pueden denunciarnos por contaminación acústica
A pesar de que existe muchísima diferencia entre los claxon de las diferentes marcas de automóviles del mercado, es cierto que su volumen medio ronda los 90 decibelios. Una auténtica barbaridad si tenemos en cuentas que el umbral torerable por el oído humano ronda los 65 dB, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es por ello que pese a que en España es obligatorio que todos los vehículos a motor homologados dispongan de claxon, popularmente pito, en el Código de circulación existe una reglamentación específica sobre el mismo que limita su uso a situaciones muy concretas.
Todo lo que sea hacerlo en condiciones distintas a las establecidas es motivo de sanción económica.
Estadísticas demoledoras
Un reciente estudio realizado por la Fundación para la Seguridad Vial IAM en el Reino Unido, revela una realidad muy distinta. Uno de cada cuatro conductores (25 %) reconocemos hacer uso de la bocina cuando circulamos detrás de alguien que va más despacio de lo que consideramos oportuno. Y uno de cada cinco (20 %) afirma tocar el claxon si percibe que un vehículo novato con la L se interpone en su camino.
Pues bien, conviene saber que en España tocar el pito cuando no está justificado está penado con una multa de 80 euros de forma genérica. Una multa que puede ir mucho más allá si además lo hacemos de forma insistente y entramos en terreno de lo considerado como contaminación acústica, que incluye una multa que varía en función del municipio, en Madrid hablamos de 90 euros adicionales, 600 en Valladolid y entre 300 y 750 en Sevilla.
En ningún caso se justifica que nos pongamos a hacer sonar la bocina como sin conocimiento si nos han aparcado un coche en segunda fila, pues podemos incurrir en una acción multable.
En España y de acuerdo con la DGT genéricamente la bocina puede usarse para:
Razones para hacer sonar el claxon
- Evitar un accidente inminente; por ejemplo un atropello, o una maniobra en la que percibimos que no hemos sido vistos y nos van a chocar. Dentro de este epígrafe se reconocen también situaciones como adelantamientos para apercibir al coche que circula más despacio de que va a ser rebasado o incluso al circular por una carretera estrecha y con curvas sin visibilidad.
- Traslado de emergencia, en caso de una urgencia médica debemos hacerlo sonar acompañado de los cuatro intermitentes del coche, luces de emergencia, e incluso un pañuelo por la ventanilla..
Nuestro Código de Circulación reconoce también zonas en las que está prohibido hacer sonar el claxon, hospitales, residencias… e incluso existe una señal ad hoc.
Ojo, si viajas fuera de España, pues en países como el Reino Unido usar la bocina en situaciones indebidas puede costarte hasta 1.200 euros. Allí está prohibido pitar genéricamente entre las 11:30 de la noche y las 7 de la mañana.