Ola de calor
49 grados a la sombra: descubre por qué la temperatura que marca tu coche no es real
La temperatura que indica el salpicadero de tu coche se aleja bastante de la realidad, sobre todo en verano
La ola de calor es tema de conversación habitual estos días y la temperatura que marca nuestro coche se ha convertido en un auténtico festival de las exageraciones.
Merece la pena puntualizar que la temperatura que marca el termómetro de nuestro coche no es real. Es meramente indicativa. De hecho, podríamos decir aquello de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, sin temor a equivocarnos.
A día de hoy prácticamente todos los coches te informan de la temperatura en el exterior. Hasta hace unos años era un lujo que solo se incorporaban los coches de lujo, pero ya ha pasado a formar parte del equipamiento de serie de prácticamente todos los automóviles.
Contrariamente a lo que podríamos pensar, los coches no disponen de un termómetro, sino que usan un transistor electrónico denominado termistor. Se trata de un componente electrónico compuesto por material semiconductor que varía su resistencia al paso de la electricidad en función de la temperatura.
Pero aquí no está el problema, pues de hecho se trata de un componente bastante preciso, tanto como un termómetro tradicional.
El problema real está en su ubicación. Los dos lugares más habituales en los que los colocan los fabricantes son detrás de la parrilla delantera, en la parte inferior, o debajo de los retrovisores laterales. Siempre protegidos en una caja con ventilación.
Este es el verdadero problema
En ambos casos el problema es el mismo, reciben la radiación de calor directa del asfalto, lo cual falsea la temperatura hasta en 10 grados. Una verdadera barbaridad.
El efecto no deja de ser similar a lo que ocurre en los termómetros de la calle, en los que podemos leer temperaturas de más de 50 grados. Para empezar hay que matizar que la temperatura máxima ambiental compatible con la vida humana ronda los 55 grados, así que si esto fuera cierto estaríamos al borde de la extinción.
Es por ello que podemos hablar de una imprecisión en la medición de las temperaturas entre 5 y 10 grados. De hecho, los termómetros de los coches solo pueden considerarse precisos de noche o en días nublados. Momentos en los que hay poca radiación de calor.
Para asegurar la precisión, las mediciones de temperatura de organismos oficiales con el Instituto Nacional de Meteorología se realizan en condiciones muy concretas, sobre una superficie de césped y a 1,8 metros del suelo.