FEO, MAL, AJO... Las letras desterradas de las matrículas de los coches y por qué
Con más de un siglo de antigüedad, nuestro actual sistema de matrículas esconde muchos secretos y curiosidades por desvelar
Periódicamente el sistema de matrículas españolas crea combinaciones hilarantes o de mal gusto. Con el anterior sistema de dos letras eran detestadas las combinaciones de letras HP por motivos obvios. Algo que la DGT trata de evitar.
Posteriormente, con el salto a las tres letras en el año 2000 el asunto se complicó aun más, pues las combinaciones posibles eran aún más numerosas y desagradables; ANO, PIS, ETA, CIA, RIO, TIO…
De muy mal gusto
De ahí que la Dirección General de Tráfico tomara la decisión de eliminar determinadas combinaciones de letras malsonantes o con contenido grosero. Aún así, hay algunas más rebuscadas como JDT o FKR que siguen vigentes.
De esta forma hay una serie de letras que han sido excluidas del las matrículas nacionales: en principio todas las vocales (A, E, I, O y U) y las consonantes Q, CH, Ñ y LL.
Las vocales fueron las primeras en caer. Hace ya años que la DGT las 'borró' de las combinaciones de tres letras, con lo que se han eliminado gran parte de las combinaciones malsonantes. Pero aún así hay más letras proscritas.
Es el caso de la Ñ se trata de una letra que complica las combinaciones, especialmente en el extranjero, pues no disponen de la misma. La Q ha sido eliminada por la confusión visual que puede generar con la O.
Del mismo modo las letras CH y LL, que ocasionalmente fueron consideradas como letras, ahora también han desaparecido, pues son dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema. De hecho en la actualidad la Real Academia de la Lengua no las considera como letras.
Combinaciones de pago
En otros países la política de matrículas es mucho más abierta que en España. Para empezar, en los Estados Unidos es suficiente con llevar sólo la placa de matrícula trasera, lo que llega a influir incluso en el diseño de los coches fabricados para Norteamérica.
Mientras que en otros como en el Reino Unido, podemos solicitar una combinación especial de letras y número. De forma que se han llegado a pagar 16,5 millones de euros por la combinación F1 o 700.000 euros por la combinación 25O, para usarla en el Ferrari que lleva el mismo nombre.