La curiosa afición de la Reina Isabel II por los coches y las extrañas mascotas que hacía poner sobre el capó

El gin tonic de media tarde, los perros, los Range Rover, los Bentley... y su extraña afición por las mascotas de plata que llevaba sobre el capó de sus coches. Algunos de los mitos y leyendas que rodean a la Reina Isabel II, su Graciosa Majestad. Ante la cual incluso el Espíritu del Éxtasis se arrodilló...

La Reina Isabel al volante de uno de los Range de la Casa Real Británica con una de sus tradicionales mascotas sobre el capó. Las encargaba esculpir a mano, siempre con una historia detrás. Conducir era una de sus pasiones.

Detalle de la mascota que lucía sobre sus innumerables Range Rover, en este caso un perro labrador con un faisán en la boca. Todas las mascotas se hacen en la fundición AE Lejeune, en funcionamiento desde 1910.

El vehículo más habitual en el que llevaban a la Reina Isabel II, este Bentley State Limousina hecho a medida para que entrara con facilidad. Sobre el capó: San Jorge peleando con el dragón, su escudo personal.

Detalle del emblema personal de la Reina Madre y además patrón de Inglaterra, San Jorge, luchando con el dragón sobre el capó del Bentley. Bentley usaba también un segundo escudo alado para la familia real.

La Reina Madre a bordo de un Rolls Royce Phamton State Limousine, una pieza única. No era muy habitual de la marca Rolls Royce, sólo en grandes ocasiones, en este caso el Espíritu del Éxtasis se arrodilla.

El Espíritu del Éxtasis del Rolls Royce se arrodilla al paso de la Familia Real Británica y alza sus alas, un privilegio de la marca con sus coches destinados a las familias reales europeas.

Era difícil conocer a la Reina Isabel II sin saber de su afición por los automóviles y por la conducción, solo igualada por su amor a los perros. Aquí su esposo, Felipe de Edimburgo, al volante de un Land Rover Freelander. Siempre fiel a las marcas british.

Una simpática imagen de la Reina Isabel II junto a un microcoche británico, un tipo de vehículo económico que fue muy popular en el Reino Unido durante los años 50 como consecuencia de la crisis.