Estas son las cinco primeras carreteras españolas en las que pagaremos por circular

El secretario general de Industria, Sergio Vázquez, confirmó recientemente que se va a implantar un sistema de pago por uso en las carreteras españolas. Evitó hablar de peajes y se refirió a un «sistema de tarificación».

Eso sí, trató de tranquilizar en sus plazos de aplicación, pues se llevará a cabo en 2024 e incluso puede que «algo más tarde». Dejó además la puerta abierta a excepciones. Tal y como aclaró posteriormente la DGT, habrá usuarios que no pagarán peajes en las autopistas. Se trata de aquellos que pasen por el tramo habitualmente por motivos laborales o domiciliarios, junto con los que van a un servicio médico.

Que pague quien las usa

El motivo al que apelan desde el Gobierno es que es injusto que «las carreteras se sigan sufragando con los impuestos de todos los españoles», incluso de aquellos que no las usan. Se trata además de una condición europea para desbloquear una partida de fondos de 70.000 millones de euros.

Aún no está definido el sistema definitivo de cobro, pero parece que será un tipo viñeta que afectará fundamentalmente a las autovías, actualmente gratuitas.

Entre tanto, el País Vasco ya ha tomado la iniciativa al contar con una primera carretera de pago desde principios de este mismo año, a la que se sumarán otras dos antes de que termine 2022.

Ya hay que pagar...

Desde enero de este mismo año los conductores que circulan por la A-636 entre las localidades de Beasain y Bergara, en Guipúzcoa, se ven obligados a pagar un peaje. Se trata de un tramo de 15,5 kilómetros que recurre a un sistema de pórticos y lectores de matrículas.

Los conductores habituales deben instalar un dispositivo en el coche y darlo de alta en la web de Bidegi, responsable de los cobros. Los conductores que la usen de manera ocasional deben darse de alta antes en una web para poder hacer frente al pago del tramo.

Los coches pagan 2,53 euros y los camiones 4,11. Entre 16 y 33 céntimos por kilómetro. Se trata de una tarifa mucho más cara que la que valora el Gobierno, que está entre uno y nueve céntimos por kilómetro.

En paralelo, las Juntas Generales de Vizcaya acaban de aprobar la implantación de más de 100 kilómetros de pago en su red de carreteras que no afectará sólo a las autovías. Un operativo que obligará a realizar una inversión de 60 millones de euros en los pórticos y todo el material necesario.