Los motivos de los españoles para no fiarse del coche eléctrico mientras arrasa en Europa

El coche eléctrico no llega a España como lo hace en el resto de Europa. Los datos de matriculaciones de septiembre y el acumulado de 2022 dejan claro que hay interés, pero que, a la hora de comprar, los españoles apuestan más por los electrificados y hasta por los de gasolina o diésel.

El coche eléctrico es caro, hay pocos puntos de recarga en España y la batería apenas ofrece 500 kilómetros de recorrido antes de enchufarlo en algún punto perdido de la geografía española y esperar horas.

En España se venden ya un 40 % de coches que cuentan con algún sistema eléctrico en su motor, aunque no necesariamente eléctricos puros. En septiembre se matricularon 30.456 vehículos de este tipo, un 11 % más que septiembre de 2021. La cuota de mercado del electrificado fue del 4,82 % en septiembre y del 3,55 % en lo que va de 2022.

Híbridos y etiquetas

Los híbridos enchufables tienen los días contados tal y como los conocemos hasta ahora, al menos en lo que atañe a la etiqueta CERO o ECO. El juego de motores no evita la contaminación, pero con el distintivo se pueden mover por las ciudades y ahorrar impuestos.

Y llega el momento de compararse con Europa. En España se han vendido en lo que va de 2022 14.338 eléctricos 100 %, en Alemania 167.503, en Francia 93.344, en Países Bajos 29.609... todos estos países tienen una cuota de mercado por encima del 12 %, mientras que en España apenas supera el 3,5 %.

En España hay interés en configurar un eléctrico en los diferentes portales de las marcas, pero la venta no se realiza finalmente.

Los compradores se fían mucho más de la gasolina o el diésel y aceptan cierta electrificación siempre y cuando no sea dependiente para moverse en cualquier momento. Esto provoca que los híbridos enchufables apenas se carguen y muchos de ellos lo hagan con el motor de combustión doblando las emisiones de CO2.