Impuestos
Peaje a los ricos en las carreteras: Europa desmonta los planes de Sánchez
El Gobierno quiere ligar los peajes al nivel de renta de los usuarios, mientras que desde Europa no se contempla esa posibilidad
La Unión Europea trabaja desde 2011 en una armonización del transporte por carretera. En aquel momento vio la luz el Libro Blanco que constituía una hoja de ruta sobre el uso de las mismas, bajo los preceptos de «usuario pagador» y «quien contamina paga».
Tanto el transporte profesional de mercancías como el transporte particular tienen cabida y son protagonistas de un documento que pretende reflejar el coste por uso de las infraestructuras viales. A lo largo del mismo se detalla el plan de peajes que estará vigente en toda la Unión Europa, de obligado cumplimiento y en el que no pueden establecerse diferencias de pago en función de factores como la nacionalidad del vehículo.
Uniformidad de pagos
Se trata de un plan que debe ser lo más uniforme en su aplicación y que contempla el pago de peaje por uso de las carreteras y autopistas de las redes viarias. Siempre con vistas a la renovación de las mismas y a las futuras inversiones en infraestructuras.
Se detalla también con toda claridad que en este proceso de la electrificación las emisiones de CO2 son el otro factor clave a la hora de calcular los peajes, lo que quiere decir que abre la puerta a que determinados vehículos estén exentos de peaje o que tenga un peaje reducido. De la misma forma se contempla que los coches más contaminantes paguen más.
Vehículos que deben pagar menos
- Vehículos con emisiones Cero CO2
- Usuarios frecuentes
- Discapacitados
Proteger la actividad industrial
También se hace referencia a que los peajes no pueden constituir en ningún caso un lastre para la actividad profesional y competitiva.
De manera que fomenta un marco de protección a las pequeñas y medianas empresas ubicadas en zonas rurales y remotas que no pueden tener en estos peajes un lastre competitivo frente a otras ubicadas en las capitales. En este caso también se abre la puerta a beneficios en el pago.
Se contempla incluso la posibilidad de incluir tasas de recargo en determinados tramos horarios o en determinadas circunstancias en los que las carreteras estén especialmente saturadas.
Contaminación acústica
El Libro Blanco llega a hablar incluso de la contaminación acústica como otro de los elementos que puede tenerse en consideración en la tarificación de los peajes, en paralelo a las citadas emisiones de CO2, tal y como ya ocurre en algunos países.
De esta forma desde la Unión Europea se desmonta la lectura oportunista de unos peajes que desde el Gobierno de Pedro Sánchez pretenden unir al nivel de renta. Un panorama que iría en contra de la filosofía de los mismos y que retrasaría aun más la entrega de los fondos europeos ya comprometidos con España.
Unos peajes que entrarán en funcionamiento en 2024 a nivel nacional, aunque ya son de aplicación en algunas autovías y autopistas del País Vasco.
Un peaje que varíe en función de la renta sería algo tan absurdo como plantear diferentes tramos de impuestos al ir a comprar una barra de pan, siempre en función del nivel de ingresos y renta del comprador de la barra.