Tormenta Efraín
Cómo evitar la avería de más de 6.000 euros que puede provocar la lluvia en tu coche
Las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta Efraín han causado numerosos accidentes y averías en coches que circulaban bajo el aguacero
La borrasca Efraín ha provocado un verdadero caos en las carreteras y calles españolas durante esta semana, y aún se deja notar con toda su crudeza especialmente en la mitad sur de España.
En determinados lugares de Extremadura, la comunidad más afectada, se han recogido hasta 85 litros de agua por metros cuadrado. Sorprenden también los 45 litros de Móstoles y los 25 de Madrid capital.
El coche, mejor en casa
En estas circunstancias circular con el coche o la moto se ha convertido en un verdadero acto de fe. Mala visibilidad y bajísimas condiciones de adherencia son dos de los problemas que nos encontramos al volante y que han provocado decenas de accidentes.
Más allá de la visibilidad, el riesgo más importante al volante es el aquaplaning; la pérdida de control sobre la dirección del coche que se produce cuando pasamos por encima de un charco o balsa de agua y los neumáticos pierden adherencia con el asfalto. Las ruedas no son capaces de evacuar agua suficiente y directamente 'flotan'..
Pero existe otro tipo de riesgos al circular bajo tormentas intensas que son mucho menos conocidos pero pueden acabar por destrozar nuestro automóvil.
Averías por el agua
Por un lado están las averías eléctricas, en ocasiones el agua que salpica provoca algún cortocircuito o mala conexión en algún sensor o cable del coche que no está correctamente aislado. En este caso lo habitual es que el coche nos indique algún mal funcionamiento en el cuadro de instrumentación que nos obligará a llevarlo a un taller. En primer lugar deben encontrar el 'corto' y después repararlo, lo cual no suele resultar sencillo ni barato en horas de trabajo.
Más de 6.000 euros...
Pero hay un problema mucho más serio que se produce al circular sobre charcos profundos o balsas de agua. En este caso existe la posibilidad de que 'rompamos el motor', una avería que puede costar por encima de los 6.000 euros.
Si el agua entra al interior del motor hablamos de una avería muy seria que nos obligará a sustituir buena parte del mismo.
Hay dos caminos por los que le puede entrar agua al motor: por la admisión de aire, que normalmente está bajo el capó y que debemos evitar que se moje a toda costa, y por el tubo de escape, una vía por la que es aún más sencillo que entre si una vez que está sumergido bajo el agua dejamos de acelerar.
Para evitar ambas situaciones jamás debemos atravesar un charco profundo o balsa de agua sin cerciorarnos de su profundidad. Pues una vez dentro del mismo el margen de maniobra desaparece si el coche llegara a detenerse.