Tráfico
El negocio de las Zonas de Bajas Emisiones: Madrid recauda 82 millones de euros en multas
Las multas por circular con un vehículo no autorizado por las Zonas de Bajas Emisiones superan ya el 40 % de la recaudación municipal en sanciones
A finales de 2018 el ayuntamiento presidido por Manuela Carmena ponía en funcionamiento Madrid Central, que no era más que el embrión del proyecto Madrid 360 de Zonas de Bajas Emisiones que ahora mismo está en funcionamiento bajo la alcaldía de Martínez Almeida.
El cambio de nombre se produjo con la llegada a la alcaldía de Madrid de Almeida en 2019, y respondía tanto a un procedimiento judicial que lo llevó a vía muerta como al intento del nuevo equipo consistorial de alejarlo todo lo posible del que puso el funcionamiento Carmena.
Directiva europea obligatoria
El proyecto no es ni de una ni de otro, realmente se trata de una regulación europea de obligado cumplimiento para todas las ciudades de más de 50.000 habitantes. Aunque bien es cierto que los madrileños llevan ‘sufriéndola’ desde hace ya más de dos años cuando en otras ciudades españolas aún no está ni siquiera vigente.
Tras unos comienzos con un funcionamiento un tanto irregular, inicialmente la pandemia y el confinamiento prácticamente lo borraron del mapa, no fue hasta finales de 2021 cuando pudo funcionar con relativa normalidad, por ello que las primeras cifras reales sobre las posibilidades recaudatorias de las Zonas de Bajas Emisiones de Madrid no hayan llegado hasta este mismo año.
Inicialmente en pruebas
De hecho, el gobierno municipal de Martínez Almeida lo activó inicialmente sin emitir multas por las infracciones, pues su función se limitaba a enviar a los domicilios el aviso por la ilegalidad cometida. No fue hasta diciembre de 2021 cuando entraron en funcionamiento las Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección de la zona Centro (ZBEDEP) con plena capacidad sancionadora, seguidas por las de Plaza Elíptica en febrero del 2022 y las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en mayo de 2022.
En Madrid, las ZBE queda delimitadas por el anillo de la M-30, una calle que pasará a formar parte de las mismas a partir del 1 del enero, mientras que las ZBEDEP son zonas especialmente protegidas en las que las limitaciones a la circulación son aún mayores y en las que si no somos residentes hemos de justificar que hemos aparcado en un parking concertado independientemente de la etiqueta.
Con ambas en funcionamiento, el Ayuntamiento madrileño ha comunicado una facturación por las sanciones emitidas entre enero y julio, siete meses, de 83,5 millones de euros, a los que habría que restar 1,6 millones de las miles de multas mal emitidas en Zona Plaza Elíptica, anuladas por decisión judicial. En total hablamos de 81,9 millones de euros en ingresos.
Lluvia de sanciones
Con esta cifra, las ZBE acumulan ya el 40 % de los ingresos por multas de la capital, de los cuales el 91 % corresponden a las ZBEDEP, a razón de un 55 % para Distrito Centro y un 41 % para Plaza Elíptica, mientras que las ZBE representan sólo el 5 %. Aunque hay que tener en cuenta que éstas no empezaron a multar hasta junio.
Si tenemos en cuenta que esa recaudación ha tenido lugar en sólo siete meses y extrapolamos estas cifras a un año completo y con todas las zonas en funcionamiento podemos hablar de una recaudación por estas sanciones superior a los 200 millones de euros, sobre todo si tenemos en cuenta que las limitaciones van in crescendo.
Pese a que inicialmente el importe de la multa por circular ilegalmente por una ZBE era de 90 euros, la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico el 21 de marzo de este año elevó el importe de la misma a 200 euros, aunque sin retirada de puntos por el momento.