Noruega es uno de los países con mayor infraestructura de recarga de Europa

Crisis energética

El fiasco del coche eléctrico: en Noruega es más caro recargar uno que repostar gasolina y en Suiza se limita su uso

La llegada del invierno y la escasez energética provocada por la guerra de Ucrania pasan factura al precio del gas y de la electricidad

No corren buenos tiempos para el automóvil, apenas nos asomamos al invierno y se cumplen los peores vaticinios anunciados durante el pasado verano.

La escasez energética es ya una realidad que ha disparado el precio de determinados recursos. Fundamentalmente, el gas y la electricidad, y eso que aún las temperaturas no se han desplomado y las nieves no han llegado al continente con toda su crudeza.

Mensajes inquietantes

En plena campaña de electrificación del automóvil, los mensajes que llegan desde Europa son realmente preocupantes y decepcionantes.

Noruega en la celebración de la venta del coche eléctrico número 50.000

En Suiza, con un parque de coches eléctricos de solo el 2,3 %, esta misma semana se han puesto sobre la mesa las inminentes limitaciones a la utilización de los vehículos eléctricos.

Hablamos de un país tradicionalmente líder en producción y consumo de energía eléctrica gracias a su potencia de generación de electricidad en sus grandes obras hidráulicas. Pese a ello, mantiene una dependencia muy elevada de Francia y Alemania, el epicentro de la crisis energética de este invierno.

Se esperan grandes apagones

Suiza ha desarrollado un sistema de episodios y alertas de consumo energético y producción de electricidad, y a partir del nivel 3 contempla la limitación de la velocidad máxima para todos los automóviles en autopista así como la limitación a la utilización de los coches eléctricos, ante la posibilidad de que se produzcan 'apagones' generalizados.

En este escenario se permite la utilización del automóvil eléctrico para actividades obligadas como son ir a trabajar, al médico o incluso al colegio. La situación en Francia es muy similar, aunque en este caso con un parque de eléctricos de solo un 1 %, lo que les obliga a hacer extensiva la limitación al uso de determinados electrodomésticos de alto consumo.

Noruega, adiós a la electricidad gratis

Mientras, la polémica está servida en Noruega, un país que cuenta con un parque móvil de eléctrico superior al 16 %, el mayor de Europa, y en el que tradicionalmente la recarga de los coches eléctricos era muy barata o gratis en multitud de puntos públicos.

Electricidad más cara que gasolina

Ya en 2019 la corporación municipal de Oslo se declaró incapaz de seguir financiando el total de las recargas en los puestos públicos, comenzando a cobrar por su utilización. En aquel momento la tarifa fluctuaba entre 0,45 euros y 1,45 euros por hora de uso.

De cara a 2023 ha anunciado una tarifa entre 1,2 y 4,6 euros a la hora en función de los horarios, que finalmente se ha visto obligada a reducir por el descontento generado, con un coste que estará entre 1,8 y 2,5 euros a la hora.

En concreto, y para un coche medio con una batería en torno a los 50 kWh, estábamos hablando de un coste en hora punta que podría superar los 100 euros, frente a los 90 euros que cuesta llenar el depósito de su equivalente en gasolina, con la diferencia de que la autonomía del eléctrico ronda no llega a 400 kilómetros frente a los 600 del gasolina.