Seguridad vial
Los cinco mayores 'fiascos' de la DGT en 2022
Estrenamos un 2023 con una tendencia al alza de la siniestralidad en carretera, justo lo contrario que nos piden desde la Unión Europea
El año 2030 está marcado en rojo en el calendario de la Unión Europea, en ese ejercicio la siniestralidad en carretera debería reducirse por debajo del 50 %, un hito en el camino de la siniestralidad Cero que debería llegar en 2050.
Un objetivo extremadamente ambicioso para el que no escatiman en gastos, aunque muchos de ellos salen del bolsillo de los compradores, que deben pagar los coches cada vez más caros por la multitud de sistemas de seguridad que deben incorporar.
2022 ha sido un mal año
En este contexto la DGT no puede estar contenta con el camino recorrido durante 2022, pues no sólo no se ha reducido la siniestralidad sino que a día 19 de diciembre se registraban ya 1.097 fallecidos en carretera, tantos como en todo 2019, último año preCovid que se toma como referencia válida en materia estadística.
A lo largo de 2022 ha habido algunos errores de bulto por parte de la DGT que el paso de los días y las semanas ha dejado notar tanto en materia de siniestralidad como en el descontento de los conductores, verdaderos protagonistas de la movilidad.
Eliminación margen para adelantar
Sin duda es una de las decisiones más polémicas del organismo dirigido por Pere Navarro, que decidió eliminar el margen de 20 kilómetros/hora del que podíamos aprovecharnos en las carreteras nacionales cuando queríamos sobrepasar a otro vehículo.
Este margen permitía hacer que la maniobra fuera más rápida y sobre todo más segura, pues al fin y al cabo el riesgo baja cuanto menos tiempo permanezcas en el carril contrario. La decisión fue criticada tanto por asociaciones de conductores como por expertos en la materia.
Desde la DGT la defienden por ser clave para aumentar el número de radares de tramo en carreteras nacionales, pues este margen era el motivo para recurrir gran número de denuncias por velocidad.
Etiquetas
Además de impopular el sistema de etiquetas medioambientales de la DGT tiene difícil justificación en mucho casos. Para empezar nadie se explica que determinados coches de lujo con potencias por encima de los 500 caballos dispongan de etiqueta ECO por considerarse híbridos de 48V o mild hybrid, pues en este caso la ayuda eléctrica es insignificante y los vehículos siguen siendo altamente contaminantes.
Hablamos de modelos de alta gama de marcas como Audi, Mercedes, BMW... Por otro lado, siete años después de la entrada en funcionamiento de las etiquetas es necesaria una ’puesta al día’ que adapte su funcionamiento a la realidad del parque móvil existente.
Señales tráfico nuevas
Aún están en estudio, pero una filtración permitió conocer las nuevas señales que prepara la DGT para adaptar su catálogo a los nuevos tiempos. Hay dos de ellas que hay han levantado ampollas, la primera actualiza la imagen de zona escolar con una niña ‘tirando’ de un niño por la calle camino del colegio, una actualización por motivos sexistas, pues anteriormente era un niño el que iba delante. La segunda es la dirigida a zonas frecuentadas por ancianos, pues los representa como verdaderos inválidos.
Mayores de 65 años
Es precisamente el colectivo de los mayores de 65 años uno de los más afectados por los errores de la DGT, pues ha habido anuncios y declaraciones oficiales que hacen referencia a una modificación en los plazos para la renovación del carnet de conducir, que en su caso pasaría a ser cada tres años, actualmente es cada cinco.
Aumento siniestralidad
La siniestralidad en carretera ha aumentado tanto en autopista como en las carreteras nacionales, lo que significa que algo no se está haciendo bien.
A falta de confirmación oficial de los datos 2022 va a ser un mal año para las estadísticas de fallecidos en carretera, pues según cifras de mediados de diciembre ya estábamos por encima de años anteriores. La nueva Ley de Tráfico aprobada en marzo se ha demostrado ineficaz.
Ciclistas, descontento mutuo
El gran número de ciclistas se ha convertido en un problema en carretera. La nueva Ley de Tráfico de marzo no satisface ni a ciclistas ni a conductores, pues ambos muestran su descontento con la misma.
Las soluciones deberían ir encaminadas a delimitar y separar el territorio de ciclistas y el de vehículos a motor, no a legislar y multar las acciones de riesgos que cometen unos y otros sobre el asfalto y que muchas ocasiones terminan en siniestros fatales. Actualmente los vehículos a motor pueden adelantar a ciclistas incluso con línea continua, respetando siempre 1,5 metros de distancia de seguridad.