Los centros comerciales indican ya que los enchufes normales no permiten la recarga de coches eléctricos

Electrificación

Los centros comerciales, en pie de guerra contra los clientes que cargan coches eléctricos en sus garajes

La escasez de puntos de recarga obliga a los propietarios de coches eléctricos a cargarlos en enchufes convencionales de centros comerciales

El parque móvil de vehículos electrificados se está disparando, de hecho las matriculaciones de este tipo de automóviles subieron un 19,1 % en 2022. El término coche electrificado hace referencia tanto a los vehículos 100% eléctricos como híbridos enchufables.

El problema es que el número de puntos de recarga sigue siendo extremadamente bajo, lo que provoca que los propietarios de este tipo de vehículos tengan que buscarse la vida para cargarlos, y si es gratis… mejor que mejor.

El santo grial de la recarga gratis

En este caso los centros comerciales anunciaron recientemente que les resulta imposible cumplir con el número de postes de recarga que deberían tener en 2023, en torno a un punto por cada 40 plazas de garaje. Lo habitual es encontrar en su garajes media docena de plazas de aparcamiento con 'enchufe' para 'repostar' coches eléctricos , cifra insuficiente ante la demanda existente en la actualidad.

De acuerdo con este ratio los centros comerciales españoles deberían tener en torno a los 16.000 cargadores, el mismo número que hay a día de hoy en calles y carreteras de todo el territorio nacional.

Los centros comerciales no son capaces de dar respuesta a las necesidades de los clientes

Es por ello que se está convirtiendo en habitual que muchos de los propietarios de coches eléctricos e híbridos deambulen por los aparcamientos de estos establecimientos a la caza y captura de un enchufe convencional en el que recargar sus coches.

Carga muy lenta

Este tipo de puntos proporcionar una carga lenta de unos 2 kW a la hora, una carga muy lenta para baterías en torno a los 100 kWh, pero más vale eso que nada, sobre todo si se va a permanecer mucho tiempo en el centro comercial.

Es por ello que los establecimientos han decidido tomar cartas en el asunto e inicialmente la medida habitual ha sido colocar carteles junto a los enchufes indicando que esos enchufes no están destinados a la recarga de automóviles.

Placas de advertencia

Según nos han confirmado, cuando descubren a un infractor inicialmente se limitan a desenchufar el vehículo que está cargando y dejar una nota al propietario o apercibirle verbalmente si está presente.

Más que un problema de costes, es un problema de seguridad, pues ni los enchufes ‘convencionales’ ni las instalaciones normales están pensados para llevar a cabo la recarga de coches eléctricos, lo que puede provocar averías en el sistema eléctrico o en el propio automóvil.

La situación es la misma en centros comerciales y garajes comunitarios

Si llevamos la situación a un caso extremo, en España existe el delito de defraudación del fluido eléctrico, que pone nombre jurídico al delito por aprovecharse de instalaciones eléctricas que no son propias para consumir electricidad.

En un momento dado, el centro comercial podría denunciar al propietario del coche por este delito. Según el artículo 255.2 del Código Penal se trata de un delito leve con una pena de multa de 1 a 3 meses si lo defraudado no supera los 400 euros.

Un caso real

En Estados Unidos fue sonado el caso de Kaveh Kamoneh, que fue detenido por la policía local de The Verge, Georgia, y pasó 15 horas en comisaría por enchufar su coche en uno de los enchufes del colegio de su hijo, en concreto fue denuncia por conectar su Nissan Leaf durante 20 minutos, con un coste aproximado de cinco céntimos.