Cartel de entrada en Zona de Bajas Emisiones de Madrid

Zonas de Bajas Emisiones

Los trucos de los madrileños para circular con coches sin etiqueta y evitar las multas

Madrid se ha cerrado a los conductores de coches sin etiqueta, que tienen que hacer maravillas para llegar a su destino sin recibir una multa en casa

El Ayuntamiento de Madrid reconoció el pasado mes de septiembre que la recaudación alcanzada por las multas derivadas de la puesta en funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones en la capital alcanzaban los 82 millones de euros.

Se trata de una cifra muy significativa si tenemos en cuenta que en aquel momento solo llevaban siete meses en funcionamiento y eran bastante menos restrictivas de lo que lo son en la actualidad.

Los conductores se blindan

Ante esta situación los madrileños han decidido 'blindarse' frente a las multas ante la avalancha de sanciones que están recibiendo en los buzones de sus domicilios.

Entre las principales infracciones está entrar en zonas ‘prohibidas’ con etiquetas que no corresponde. Por ejemplo, si circulas en las Zonas de Bajas Emisiones de Espacial Protección, Centro y Legazpi, con un automóvil con etiqueta B o C pero no estaciones en un aparcamiento habilitado para ello recibirás en casa una sanción de 200 euros, 100 con reducción por pronto pago.

Es difícil diferenciar la 'frontera' de las Zonas de Bajas Emisiones

Lo mismo ocurre si tienes un coche sin etiqueta pero resides en la capital y pagas su Impuesto de Circulación en Madrid pero lo compraste o lo pusiste a tu nombre después del 1 de enero de 2021, pues entonces no puedes circular con él por las Zonas de Bajas Emisiones que están delimitadas por la M-30.

Entre las principales argucias legales de los conductores para poder 'pisar' las Zonas de Bajas Emisiones sin sorpresas desagradables están las siguientes.

Transformar el motor a GLP

Transformar el motor del coche para que funcione con gas GLP se trata de una de las medidas más socorridas, pero sólo es viable en los coches de gasolina. A partir de que lleves a cabo la transformación en un taller, cuesta entre 2.000 y 3.000 euros, tendrás la etiqueta ECO. Se trata de una de las soluciones más usuales pero no es posible realizarla en los coches diésel.

Además del precio, los inconvenientes son la dificultad para encontrar puntos de repostaje y que el depósito de gas anula el espacio de la rueda de repuesto.

Matricularlo como histórico

Los coches históricos deben tener más de 30 años de antigüedad

Si tu coche tiene más de 30 años es otra de las soluciones. No es sencilla porque la DGT está cambiando la normativa para matricular un coche como histórico, y ya se tiene en cuenta su valor como pieza única. De hecho actualmente se están llevando a cabo modificaciones en el proceso. Pero si es tu caso enhorabuena, es una de las opciones más sencillas, cómodas y económicas.

Aparcamientos disuasorios

Madrid suma más de 40.000 plazas de aparcamiento de tipo disuasorio

Se trata de una de las medidas más socorridas. Consiste en hacer uso de los más de 20 aparcamientos disuasorios que hay en la capital y 70 en la Comunidad para estacionar el coches y coger el transporte público. En total suman más de 40.000 plazas. Están situados estratégicamente junto a paradas de Metro o autobús, y son muy económicos e incluso gratuitos en caso de disponer de tarjeta de transporte.