Seguridad
El 'pinganillo nano' y otros trucos frecuentes para copiar en el examen teórico de conducir
El coste para que nos aseguren un aprobado en el examen teórico de conducir ronda los 1.000 euros
Periódicamente, la DGT caza a algún aspirante al examen teórico de conducir que trata de coger un atajo y aprobar sin mirarse el Código de Circulación. Lejos quedan ya los años de los 'copiones' en los que se podía mirar a las mesas de alrededor y afinar la vista para calcar las respuestas.
Ahora todo está informatizado y cada alumno tiene un examen distinto. El tradicional 'cambiazo' por un amigo o familiar con rasgos parecidos tampoco parece buena idea salvo que se trate de un hermano gemelo, pues ahora los controles de identidad son mucho más concienzudos.
Los copiones del siglo XXI
Con este panorama, los tradicionales ‘copiones’ también han agudizado su ingenio y han encontrado en la tecnología su mayor aliado.
Desde teléfonos móviles hasta sistemas de vigilancia de bebés, en los centros de exámenes han pillado todo tipo de instrumentos. Tal y como confirman fuentes cercanas a la DGT ahora se ha profesionalizado mucho el sistema para copiar y se encuentran con redes mafiosas.
Mafias organizadas
De hecho, las últimas operaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en Madrid, Navarra, La Rioja o Aragón han descubierto redes compuestas por hasta 11 personas que estaban perfectamente organizadas y captaban a sus clientes vía internet.
Usuarios que en ocasiones eran ciudadanos extranjeros que no hablaban una palabra de español y que encontraban aquí la única manera de aprobar en examen. En concreto, la Guardia Civil informó acerca de un ciudadano indio que había pagado más de 1.000 euros a una organización que se dedicaba profesionalmente a ello y ayudaba a aprobar tanto el carnet de conducir como el certificado de cualificación de transportes (CAP).
En este caso basta una búsqueda por internet para encontrarse con dispositivos para copiar como el Pinga Oculto o el Pinga Nano, dos de los más populares. Se trata de un micrófono del tamaño de un grano de arroz que se mete en la oreja y que tiene que extraerse con la ayuda de un imán por su pequeño tamaño.
Unos 1.000 euros
Disponen además de una microcámara que se colocan en la camisa simulando un botón de la manga o incluso de bolígrafos cámara. Hace meses la Guardia Civil descubrió a un joven que llevaba la cámara disimulada en la mascarilla.
El modus operandi es sencillo; el aspirante enfoca la pregunta para que la vean los compinches en el exterior, normalmente en un coche cercano, que le trasmiten la respuesta por el micrófono. Un kit que no llega ni a 100 euros.
Merece la pena recordar que desde la nueva Ley de Tráfico de 2022 copiar en este examen se sanciona con 500 euros y seis meses sin poder presentarse de nuevo.
Se ha llegado a barajar la posibilidad de que las jefaturas provinciales de tráfico locales utilicen inhibidores de señales en los recintos de examen, pero no nos consta que por el momento se esté haciendo.