Contaminación acústica
Radares que miden el ruido que hace tu coche: dónde están y para qué sirven
Ya han entrado en funcionamiento en Barcelona, París, Ginebra y Nueva York
Hace ya unos meses que desde Francia, en concreto en París, confirmaban la puesta en funcionamiento de radares de ruido. Son también conocidos como radares medusa por su peculiar forma con tentáculos.
En el país galo, el Ayuntamiento de París ha confirmado ya su puesta en marcha oficial, lo que significa que ya han comenzado a multar, pues hasta hace poco estaban en fase de pruebas.
Forma de medusa
Se trata de un aparato que dispone de varios micrófonos direccionales que reciben y analizan el ruido que generan los vehículos que circulan por la zona.
Trabajan, además, junto a una cámara de grabación con una lente de 360 grados, lo que le permite identificar el vehículo que infringen la normativa de ruidos vigente en Francia. En este caso la multa más barata es de 135 euros.
De acuerdo con la agencia Europea del Medio Ambiente, el ruido, técnicamente contaminación acústica, provoca 16.000 muertes anuales y más de 70.000 hospitalizaciones. Sólo en Europa más de 100 millones de ciudadanos están expuestos a niveles de ruido superiores a lo permitido.
Corregir los excesos
El tráfico es precisamente uno de los grandes responsables del exceso de ruido en las calles y en las carreteras, tal y como reconocen instancias europeas.
Más allá de Europa, Nueva York ha puesto en funcionamiento recientemente dispositivos similares, aunque en este caso están ocultos y el Ayuntamiento de la ciudad ha declarado que no va a hacer pública su ubicación, entre otras cosas porque piensa cambiarlos de sitio con asiduidad.
En este caso los dispositivos se centran también en el ruido generado por los vehículos a motor, con una multa inicial de casi 800 euros para los infractores novatos que puede llegar a los 2.600 euros para los reincidentes. En Nueva York acusan directamente a las motos y a los coches que han modificado sus escapes como grandes responsables.
En España tampoco nos libramos de los radares de ruido. En este caso, el Ayuntamiento de Barcelona es el primero que se ha decidido a ponerlos en funcionamiento. Se trata de 12 unidades, una de ellas en la carretera C-31, que por el momento están en fase de pruebas, aunque acabarán por multar a los infractores.